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lunes, 16 de noviembre de 2009

Traición

Hoy conocí el odio de Dios de Vallejo.
La desesperanza de saberse olvidado...
Hundido en la tierra que no tiene primavera,
aquella que encierra la desolación de Gabriela.
Descubrí que esa era mi tierra...
la que hoy me confronta como al más vil de los enemigos.
la que hoy me cubre en su obscuridad...
y me ahoga entre mares de ansiedad.
Hoy por fin pudo entrar el escarabajo de siete patas rotas.
El que venció finalmente al poeta...
Entró triunfante con sus alas de murciélago.
Y vació la noche de su anterior tranquilidad.
Hoy me confrontó el caballero verde de mis temores,
Con un ejército de amigos verdaderos,
Que lanzaron sus desprecios mortales en afrenta innombrable,
Y rompieron la fantástica égida de mi ingenuidad.
La obscuridad me encontró vacío de reproches...
Solo y vulnerable ante la noche.
Hoy me despido de ese Dios ajeno y petulante,
entre reclamos por su estúpida inexistencia.
Vacío de vacíos, me entrego a la memoria.
A la miserable humanidad de lo humano.
Soy, como todos, producto del sufrimiento y la batalla,
de la incesante y eterna lucha, hermana de la vida.
Primera y última condición...
...pero hoy me derrumbo ante una lucha inesperada,
una en la que ya no puedo vencer.
Hoy caí ante la voluntaria indefensión,
derrotado ante el acecho del hermano...
¿Y ahora quieres que me acerque después de tu traición?
¿Y me extiendes tu sonrisa pidiendo mi afección?
Así pides que te de la mano...
Pero hoy... ya no soy el mismo de antaño.
Hoy, puedes creerlo, ya no es afrenta...
Y ahora te digo con firmeza y dignidad:
Está seguro que aquí termina tu momento,
pues no será más mi mirada para ti un tormento.

viernes, 6 de noviembre de 2009

¡Jacobo y Gloria Libres!

El 28 y 29 de octubre del 2009, después de 10 años de estar privados de su libertad, los compañeros Jacobo Silva Nogales y Gloria Arenas Agis, ex-dirigentes y fundadores del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI), lograron finalmente arrancarle su libertad al Estado mexicano. Después de 10 años de lucha, el movimiento popular y revolucionario en México puede hoy celebrar un triunfo más, y un paso adelante en la lucha por la libertad de nuestros presos y presas políticas, y por supuesto, en la incansable lucha por la transformación social y la construcción de un nuevo país.

No obstante, detrás de esta gran celebración para el movimiento, hay toda una historia colectiva de dolores, sufrimientos, injusticias y vejaciones, pero también de voluntades inquebrantables, solidaridades diversas, esfuerzos conjuntos, sacrificios heroicos y por supuesto, de un gran movimiento que no claudica. (Leer el artículo completo...)