(una crítica jarocha al sistema en diez estrofas)
¡Te leo la mano mi'ja!
Azotan las olas abatidas en las interminables franjas de arena que aparecen mágicas entre el verde tropical. Terminan su largo viaje marítimo y bailan una y otra vez incansables al ritmo del vaivén diurno. El mar se pierde misterioso en el horizonte azul que marca el límite de la vida. ¿Qué habrá del otro lado? ¿Será que algún día podamos navegar hasta el fin del mar y encontrar la frontera del mundo?
¡Te leo la mano!
¡Anda, deja que te lea tu suerte! ¿Quieres saber tu futuro?
Vas a tener buena fortuna, lo puedo ver en tu frente. Veo riqueza y alegría en tu vida.
Sí, ya lo puedo ver. Eres una buena persona, te voy a leer la mano.
Eres una persona cabal, te gusta pagar tus deudas a tiempo, pero no te gusta cobrar lo que te deben.
Vas a tener una vida larga.
Veo mucha felicidad en tu camino.
Sí... aquí está. Vas a tener una buena vida. Lo puedo ver claramente.
Pero ten cuidado, veo también dos personas que te tienen envidia.
Sí, una persona en quien tú confías te va a traicionar.
Ahora dime, mi'ja,
¿cuánto dinero tienes en tu bolsa...?
...Esas son las mentadas gitanas. No son ni de aquí ni de allá. Ellas no tienen base. Ahorita están aquí, al rato están en Veracruz, de Veracruz se van a México. Andan en toda la república. Sí, también las conocen aquí como húngaras. Es lo mismo. ¿no?
Esta gente quedaron aquí en México cuando la guerra en su país... salieron huyendo y buscaron refugio en otros países. Cuando quisieron regresar a su tierra, ya no los quisieron. Por eso quedaron por acá rodando. Ahora andan acá haciendo negocio. ¡No les confíe joven!
Despierta una vez más el rugido altanero del mar, y al tiempo se diluye en el bullido de los niños que saltan al compás de las olas. Unos gritan asustados queriendo escapar de la resaca, mientras otros simplemente disfrutan del golpeteo del mar. El entorno se cubre de turistas que buscan olvidar sus miserables rutinas citadinas con el encanto de la playa. Los locales no pierden ocasión para participar del derroche de aquellos incautos forasteros. Se oyen los mantras costeños que invitan a comprar artesanías, rehiletes, botanas, bebidas. Cada cinco metros se escucha un costeño llamando a pasar a sentarse en el expendio de comida, rezando la letanía de los mariscos. "Pásele joven, tenemos pámpano, mojarra, chucumite, jaiba, cangrejo, camarón a la diabla, al mojo de ajo, al ajillo, arroz a la tumbada, ceviche, coctel de camarón, caldo de mariscos, ¿qué va a querer joven? ¡Pásele!"
El viento hace murmurar a las palmeras que se vencen ante la fuerza de sus grandes corrientes de aire. Es el viento también el que da vida al espectáculo. La percusión de las olas que se estrellan en las escolleras marcan el ritmo del mar. Mientras el cielo se perturba con el baile y el chillido de las gaviotas que se dejan llevar por la sinfonía marítima. Es el alma de la costa. Y en ese mágico entorno se abren paso historias que esconden en su mundana cotidianeidad las más profundas reflexiones sobre las contradicciones de nuestra sociedad.
I
¡Cocos, lleve sus coco' fre'quesito'!
¿Cuanto' le voy a dar?
¿Mande?
Sí, cómo no, ahoritita mi'mo se lo' preparo.
¿Cómo lo va a querer? Mire, le voy a dar este, tiene carnita, pero no e'ta muy duro...
ni muy maduro, ni muy tiernito. Como quiera el cliente. A mí me gu'ta que el cliente quede contento.
¿Quiere limón?
¿Cómo no? Oritita le estoy dando... péreme, déjeme darle lo' vueltos a e'ta señora que ya se me va.
Esto e' suyo señora, y muchísima' gracia'.
Limón, limón, aquí le ponemo'.
Ahorita, yo lo' atiendo... Como quiera el cliente.
¿Así o le ponemo' más?
...Otro poquito. El chiste e' que queden contento', y así quedo contento yo.
Pues sí porque se van contento'. A lo mejor otro día vienen. Le' gustó cómo lo' traté, y...
¿limón? Sí... péreme, oritita está.
Si quedan contento' pue' me vienen a bu'car otra vez.
Sí pue', si vengo amargado a vender, pues noma' no vendo nada, no hay negocio.... ni modo.
Así es la vida...
II
Sí, yo aquí pago piso. Pago al municipio por el coco que se van a comer. Hay que pagarle a zona
federal porque esto e' federal, el piso, compro el coco, compro el limón, compro el popote, compro el
picante, compro todo.
E' poco lo que queda, pero pue' ni modo...
Hay que pagar al municipio el giro de venta.
El otro día me pelié con el presidente municipal... era un doctor, pue' yo lo cono'co porque, es de ahí
de Galván...
Le digo oye, nos e'tás cobrando muy caro ya.
Y me dice... "el municipio quiere dinero".
¿Quién se echa el dinero? ¿Quién mueve el dinero?
El municipio no lo agarra... las paredes no lo agarran...
Tons yo lo digo, ¿quién quiere el dinero, tú o el municipio?
Y me dice, "bueno, ahí vamos por mitad."
Fíjese namás.
Pues sí... pa que así, ya no anduviera yo con tanto cuento, ¿verdad?
La mitad pa la caja y la mitad para su bolsa...
El gobierno quiere el dinero... él no sabe si yo como o no como.... ni modo.
Así es la vida...
III
Limpiécito eh...
La verdad les di buen coco.
No sé si los vaya yo a dejar contento', pero, yo lo' estoy atendiendo...
¿Aquí qué va?
Limón y chile, sí... ahorita está listo.
U'tedes saben que por andar caminando aquí, me cobran, con la carretilla...
Sí... Aquí todo' pagamo',
Así venga el que anda vendiendo cocadas, dulce que hacen así de coco, el que vende collares, que ande vendiendo... lo que venda, el que venda... tiene que pagar.
¿No vieron un viejito que anda aquí, un viejito que anda con uno' botanero', con eso' palitos de botanero'...?
Pue' ese señor tiene que pagar también...
¿Limón ahí?
¿Le pongo chile también joven...?
Sí señor... de la muerte y los impuestos, no nos e'capamos.
Y si uno no paga... pue' vienen a cobrar aquí... o pagan, o a ver qué hacen.
Tenemo' que pagar, pue' tenemo' que trabajar... ¿qué hacemos? Ni modo.
Así es la vida...
IV
Namás voy a hacer otra cosita.
Aquí voy a hacer e'to porque tiene arena. E'te coco lo pusieron en la arena.
Si yo pego el machetazo ahorita aquí, toda la arena va a caer arriba...
Y aquí en mi carreta tú no agarra' ni un granito de arena.
Me gusta traer mis cosas limpia'.
E'to e' fácil, ahorita lo vamos a arreglar.
Si yo te doy el coco así como e'ta, ahorita sigo partiendo, y ya se los voy a dar con arena, y así no...
Yo lo e'toy dando limpiecito. Lo que yo quiero e' que u'tede' queden contento'.
Sí... hay día' que entre semana no hay nada.
Ahorita, pues son la' vacacione' e'tas.
Ya pasando todo e'to, hay vece' que me llevo toda una semana sin vender un coco, no hay gente.
Si todo' lo' días vendiera yo así... qué bueno. Pero hay día' que...
¿Le pongo sal a e'te?
Hay semanas que no viene gente y no se vende... no se vende. Ya namá' los sábados y lo' domingos.
Semana santa sí... pero e' una cosa de cada sei' meses, cada año.
La' vacaciones sí, julio y agosto son uno' gentionones, y ya de ahí, muy poco, ya lo poquito que se hace sábado y domingo... Ya todo el año, pue' no sale nada... pero pue' qué le vamo' a hacer... ni modo.
Así es la vida...
V
¿Así o más?
¿E'te qué va a llevar?
¿Limón nada más?
Como u'tede' me pidan a mí. Si u'tede' me dicen que con puro limón, pue' puro limón le pongo, si con picante, picante.
Uno' me dicen, "sí, pero con poquito" otros que "póngale bastante" según el gusto.
Se ve feo el coco por fuera, pero mire, su carne e'tá limpiecita. Ta recién cortao e'te coco. E'tá fre'quesito...
¿Limón y picante?
Creo que vamo' a tener que partir otro limón.
Aquí ahorita e'tá así... hay aire. Hay aire, pero si no hubiera aire, y estuviera el sol... de aquí a ahí, corren ustedes. Quema el sol. En mayo... aquí mayo, junio, en el día no oye' una gotita de aire, son uno' calorones enorme'.
Ya namás quedan tre' cocos.
Pero no hay problema. Orita vamo', recargamo' esto. Orita le echamos más.
¡La cosa tiene remedio! ¡La cosa tiene remedio! Si ya se hubieran acabado... ya no hay más, pue' ni modo, ahí le paramos.
Asi es la vida...
VI
No va a llover. E'to que ve' así, e'to e' puro frío... puro frío. Aquí no llueve orita.
Ves en la tarde... yo quisiera que viniera' en la mañana, ves unos negrurones, así mira, una franja se ve así, desde allá. Así la ves ha'ta allá agarrando todo Veracruz.
Son uno' negrurones que dice uno "se viene el mundo abajo, nos ahogamos."
Pero como trae viento... ya cuando vemos que pasa de aquí, que va allá, por allá...
Entonce' digo, "se irán a ahogar otros por allá, porque aquí ya no".
Aquí ves un aguacero, que está el aguacero, y ves la gente... esto está lleno esto de gente. Se meten aquí, se meten allá y dicen, "no pues no sirve el tiempo" "nos vamos a ir". Yo les digo, "espérense media hora". A la media hora está el sol que al último tienen que echarse protector porque quema.
Aquí nomás es un rato la lluvia. Ademá' aquí puede llover to' el día y toa la noche 'i quiere... ¡Todo el santo día y toda la noche! Y aun a'i, no vamo' a encontrar un charco. No se hacen lagunas... esta tierra es una esponja.
Aquí cae agua... Se hace un charco ahí, se llenó de agua, a la media hora ya se secó, ya se la chupó la tierra. Y por allá no... porque es tierra de esa, dura, seca. En la ciudad, en México, en todo' eso' lugare', la tierra e' dura... y el pavimento, ¿cuándo se filtra?
Aquí puedes poner una manguera, bótele y bótele agua y cuándo... Aquí no.
Por allá e'tán sufriendo de agua y nosotro' acá tenemos demás...
Así es la vida...
VII
Yo veo en la tele que allá en México tienen en parte que comprar agua con pipa, y que no tienen agua... Y veo todo eso seco ahí donde le ponen la cámara.
Digo, mira nomás, y nosotro' tenemo' agua en el río, en la laguna, agua potable, y ahí orita van ahí donde e'tán esos baño', ahí, está la bomba. Namás le pegan, le bombean y hay agua allá... ¡y agua dulce!
Namás le ponen una bomba y a llenar los tanques arriba. Sí... aquí hay mucha agua.
E'ta tierra e' muy buena. Lo malo que ya también nos e'tamo' acabando todo.
¿Usté conoce las acamayas? Son camarone' gigante' de río. Ante' acá había mucho de eso'.
Pero ya están muy escasas, casi no hay ni en la' laguna' ya. Es que es la cosa... la situación ta tan dura que no... ¡ya nace una y se comen veinte!
Ante' aquí, hace muchos años... hace más de cincuenta años, (yo e'taba chamaco todavía...) Aquí te ibas ahí a la orilla de la laguna y el río, y cuando venía el pantano, o sea la planta esta de los ríos... de ese pantano, que le llamamo' nosotros. Te ibas ahí, le hacía' así con una nasa y sacabas el viaje de camarón. Orita no agarra' nada. Todo se acabó. Aquí había muchísimo pescao, mucha acamaya, mucho camarón, había mucha mojarra, chucumite, cangrejo.
¡Ahorita si te ven con un viaje de cangrejo vas derechito a la cárcel!
Ta vedao, ta vedao. Aquí ta vedao.
Ante' había de todo... pero todo se va acabando... Y yo... ya me estoy acabando también... ni modo.
Así es la vida...
VIII
Ante' aquí salía uno en tiempo' de agua, taba lloviendo, ponías un hule y te iba' y encontraba' las tortuga' poniendo... las tortugas que estaban poniendo. La agarrabas, le sacabas lo' huevos, hasta la matabas y traías la carne... ¡y comías carne! Ahorita, me agarran con uno de esos... ¡Y has de cuenta que maté diez cristianos! ¡Derechito a la cárcel! Ni permiso me piden, "este va pa'dentro".
Ta vedao, aquí ta vedao.
Tanto y tanto, ya no' acabamos tó. Ya todo se acabó.
Antes, aquí nos veníamos con lo' cordele', en la' tardes, ya en la' tardecitas como a la' tres, la' cuatro, y nos poníamos a pescar y matábamos los robalos ahí.
Ahorita... ¡Ni en fotografía los conozco ya! ¡Ya ni en fotografía lo' veo!
Aquí matabas chucumite, robalito, mojarra...
Ahorita nomás viene uno que otro pescao que de repente anda loco por ahí, y lo agarran. Todo se acabó.
Antes había muchísimo... Había menos dinero, pero había mucho que comer.
Ahorita hay más dinero... entra más dinerito, pero hay menos que comer. Y el dinero no se come. No sirve pa comer...
El dinero no sirve pa comer, pero sirve pa comprar.
Y canijo está cuando no hay dinero ni pa comer... ni modo.
Así es la vida...
IX
Como dijo el santo papa, cuando pasó por aquí... porque por aquí pasó cuando iba pa México...
Dijo el santo papa... ¡solamente Veracruz es bello!
Y me dice uno... soy de aquí de Veracruz. "Sólo Veracruz es bello..." Me dice, "¿y su capital Jalapa no?" Y yo digo, sin Jalapa... ¡sólo Veracruz!
Y dice el otro que e'taba tomando, que tenía un litro de aguardiente.... dice, lo que estoy tomando está bendito. ¿Por qué? Le digo.
Y me dice, cuando venía el papa, le puse dos litros de aguardiente y desde arriba le hizo así...
Bendició el padre... por eso el aguardiente que hacen en Veracruz es bendito.
Cuando vengan, vengan a estar uno' ocho días por acá. Poco se sale y el día que se sale, namás por un día o dos, pues no...
Le digo a una señora... yo pensaba que u'tede' ya no iban a venir pa cá para Veracruz pa bañarse... ¿Por qué? Me dice...
Digo, pue' ustedes ya tienen sus playas en México...
Ya les hicieron en México playa. No, dice... ¡Eso no sirve, eso es una alberca! ¡De aquí de Veracruz se llevaron la arena! La llevaron pero no llegó... se la robaron los políticos. Hasta eso se roban.
Por muy bien que les hagan ahí, y les hagan olas, remolinos, y todo, no hay como lo que tenemos nosotros... natural. No se pue ver al horizonte. ¡Allá no hay lo que tenemos nosotros! Ni modo.
Así es la vida...
X
Ahí está... he terminado con u'tede'...
Son ocho, sí, ocho, son ochenta, cinco por ocho, cuarenta, ciento veinte pesos...
No, no tengo cambio, la verdad...
Sí... sobra. Le sobran ochenta peso'. Son cinco por ocho, cuarenta, y ochenta, ocho son ochenta, cinco por ocho cuarenta, son ciento veinte...
Le tengo que regresar a él ochenta pesos. Así e' que son... cincuenta, setenta... ¡ochenta!
Pue' muchas gracias...
¿Y quedé bien?
No sé si quedé bien con u'tede' o quedé mal, pero yo traté de quedar bien.
¡Así es la vida! Sí... Así es la vida... ¡pero sin dinero no hay comida!
Pue' ahí e'tá. Cuando gusten, por aquí, ya saben... bu'quen una carretilla que dice "Así es la vida" y yo los atiendo. Coco a su gusto. Yo veré cómo le hago. Si no tengo, yo veo con quién consigo orita ahí lo' cocos, pero sin coco... sin comer su coco no se van.
Nomás me buscan ahí por la bocana... Si no estoy, ay me llaman, ya yo vengo...
Vengo vendiendo... de aquí pa llá y de allá pa cá.
Ni modo, qué tengo que hacer pa vender, caminar...
Ni modo señores...
Azotan las olas abatidas en las interminables franjas de arena que aparecen mágicas entre el verde tropical. Terminan su largo viaje marítimo y bailan una y otra vez incansables al ritmo del vaivén diurno. El mar se pierde misterioso en el horizonte azul que marca el límite de la vida. ¿Qué habrá del otro lado? ¿Será que algún día podamos navegar hasta el fin del mar y encontrar la frontera del mundo?
¡Te leo la mano!
¡Anda, deja que te lea tu suerte! ¿Quieres saber tu futuro?
Vas a tener buena fortuna, lo puedo ver en tu frente. Veo riqueza y alegría en tu vida.
Sí, ya lo puedo ver. Eres una buena persona, te voy a leer la mano.
Eres una persona cabal, te gusta pagar tus deudas a tiempo, pero no te gusta cobrar lo que te deben.
Vas a tener una vida larga.
Veo mucha felicidad en tu camino.
Sí... aquí está. Vas a tener una buena vida. Lo puedo ver claramente.
Pero ten cuidado, veo también dos personas que te tienen envidia.
Sí, una persona en quien tú confías te va a traicionar.
Ahora dime, mi'ja,
¿cuánto dinero tienes en tu bolsa...?
...Esas son las mentadas gitanas. No son ni de aquí ni de allá. Ellas no tienen base. Ahorita están aquí, al rato están en Veracruz, de Veracruz se van a México. Andan en toda la república. Sí, también las conocen aquí como húngaras. Es lo mismo. ¿no?
Esta gente quedaron aquí en México cuando la guerra en su país... salieron huyendo y buscaron refugio en otros países. Cuando quisieron regresar a su tierra, ya no los quisieron. Por eso quedaron por acá rodando. Ahora andan acá haciendo negocio. ¡No les confíe joven!
Despierta una vez más el rugido altanero del mar, y al tiempo se diluye en el bullido de los niños que saltan al compás de las olas. Unos gritan asustados queriendo escapar de la resaca, mientras otros simplemente disfrutan del golpeteo del mar. El entorno se cubre de turistas que buscan olvidar sus miserables rutinas citadinas con el encanto de la playa. Los locales no pierden ocasión para participar del derroche de aquellos incautos forasteros. Se oyen los mantras costeños que invitan a comprar artesanías, rehiletes, botanas, bebidas. Cada cinco metros se escucha un costeño llamando a pasar a sentarse en el expendio de comida, rezando la letanía de los mariscos. "Pásele joven, tenemos pámpano, mojarra, chucumite, jaiba, cangrejo, camarón a la diabla, al mojo de ajo, al ajillo, arroz a la tumbada, ceviche, coctel de camarón, caldo de mariscos, ¿qué va a querer joven? ¡Pásele!"
El viento hace murmurar a las palmeras que se vencen ante la fuerza de sus grandes corrientes de aire. Es el viento también el que da vida al espectáculo. La percusión de las olas que se estrellan en las escolleras marcan el ritmo del mar. Mientras el cielo se perturba con el baile y el chillido de las gaviotas que se dejan llevar por la sinfonía marítima. Es el alma de la costa. Y en ese mágico entorno se abren paso historias que esconden en su mundana cotidianeidad las más profundas reflexiones sobre las contradicciones de nuestra sociedad.
I
¡Cocos, lleve sus coco' fre'quesito'!
¿Cuanto' le voy a dar?
¿Mande?
Sí, cómo no, ahoritita mi'mo se lo' preparo.
¿Cómo lo va a querer? Mire, le voy a dar este, tiene carnita, pero no e'ta muy duro...
ni muy maduro, ni muy tiernito. Como quiera el cliente. A mí me gu'ta que el cliente quede contento.
¿Quiere limón?
¿Cómo no? Oritita le estoy dando... péreme, déjeme darle lo' vueltos a e'ta señora que ya se me va.
Esto e' suyo señora, y muchísima' gracia'.
Limón, limón, aquí le ponemo'.
Ahorita, yo lo' atiendo... Como quiera el cliente.
¿Así o le ponemo' más?
...Otro poquito. El chiste e' que queden contento', y así quedo contento yo.
Pues sí porque se van contento'. A lo mejor otro día vienen. Le' gustó cómo lo' traté, y...
¿limón? Sí... péreme, oritita está.
Si quedan contento' pue' me vienen a bu'car otra vez.
Sí pue', si vengo amargado a vender, pues noma' no vendo nada, no hay negocio.... ni modo.
Así es la vida...
II
Sí, yo aquí pago piso. Pago al municipio por el coco que se van a comer. Hay que pagarle a zona
federal porque esto e' federal, el piso, compro el coco, compro el limón, compro el popote, compro el
picante, compro todo.
E' poco lo que queda, pero pue' ni modo...
Hay que pagar al municipio el giro de venta.
El otro día me pelié con el presidente municipal... era un doctor, pue' yo lo cono'co porque, es de ahí
de Galván...
Le digo oye, nos e'tás cobrando muy caro ya.
Y me dice... "el municipio quiere dinero".
¿Quién se echa el dinero? ¿Quién mueve el dinero?
El municipio no lo agarra... las paredes no lo agarran...
Tons yo lo digo, ¿quién quiere el dinero, tú o el municipio?
Y me dice, "bueno, ahí vamos por mitad."
Fíjese namás.
Pues sí... pa que así, ya no anduviera yo con tanto cuento, ¿verdad?
La mitad pa la caja y la mitad para su bolsa...
El gobierno quiere el dinero... él no sabe si yo como o no como.... ni modo.
Así es la vida...
III
Limpiécito eh...
La verdad les di buen coco.
No sé si los vaya yo a dejar contento', pero, yo lo' estoy atendiendo...
¿Aquí qué va?
Limón y chile, sí... ahorita está listo.
U'tedes saben que por andar caminando aquí, me cobran, con la carretilla...
Sí... Aquí todo' pagamo',
Así venga el que anda vendiendo cocadas, dulce que hacen así de coco, el que vende collares, que ande vendiendo... lo que venda, el que venda... tiene que pagar.
¿No vieron un viejito que anda aquí, un viejito que anda con uno' botanero', con eso' palitos de botanero'...?
Pue' ese señor tiene que pagar también...
¿Limón ahí?
¿Le pongo chile también joven...?
Sí señor... de la muerte y los impuestos, no nos e'capamos.
Y si uno no paga... pue' vienen a cobrar aquí... o pagan, o a ver qué hacen.
Tenemo' que pagar, pue' tenemo' que trabajar... ¿qué hacemos? Ni modo.
Así es la vida...
IV
Namás voy a hacer otra cosita.
Aquí voy a hacer e'to porque tiene arena. E'te coco lo pusieron en la arena.
Si yo pego el machetazo ahorita aquí, toda la arena va a caer arriba...
Y aquí en mi carreta tú no agarra' ni un granito de arena.
Me gusta traer mis cosas limpia'.
E'to e' fácil, ahorita lo vamos a arreglar.
Si yo te doy el coco así como e'ta, ahorita sigo partiendo, y ya se los voy a dar con arena, y así no...
Yo lo e'toy dando limpiecito. Lo que yo quiero e' que u'tede' queden contento'.
Sí... hay día' que entre semana no hay nada.
Ahorita, pues son la' vacacione' e'tas.
Ya pasando todo e'to, hay vece' que me llevo toda una semana sin vender un coco, no hay gente.
Si todo' lo' días vendiera yo así... qué bueno. Pero hay día' que...
¿Le pongo sal a e'te?
Hay semanas que no viene gente y no se vende... no se vende. Ya namá' los sábados y lo' domingos.
Semana santa sí... pero e' una cosa de cada sei' meses, cada año.
La' vacaciones sí, julio y agosto son uno' gentionones, y ya de ahí, muy poco, ya lo poquito que se hace sábado y domingo... Ya todo el año, pue' no sale nada... pero pue' qué le vamo' a hacer... ni modo.
Así es la vida...
V
¿Así o más?
¿E'te qué va a llevar?
¿Limón nada más?
Como u'tede' me pidan a mí. Si u'tede' me dicen que con puro limón, pue' puro limón le pongo, si con picante, picante.
Uno' me dicen, "sí, pero con poquito" otros que "póngale bastante" según el gusto.
Se ve feo el coco por fuera, pero mire, su carne e'tá limpiecita. Ta recién cortao e'te coco. E'tá fre'quesito...
¿Limón y picante?
Creo que vamo' a tener que partir otro limón.
Aquí ahorita e'tá así... hay aire. Hay aire, pero si no hubiera aire, y estuviera el sol... de aquí a ahí, corren ustedes. Quema el sol. En mayo... aquí mayo, junio, en el día no oye' una gotita de aire, son uno' calorones enorme'.
Ya namás quedan tre' cocos.
Pero no hay problema. Orita vamo', recargamo' esto. Orita le echamos más.
¡La cosa tiene remedio! ¡La cosa tiene remedio! Si ya se hubieran acabado... ya no hay más, pue' ni modo, ahí le paramos.
Asi es la vida...
VI
No va a llover. E'to que ve' así, e'to e' puro frío... puro frío. Aquí no llueve orita.
Ves en la tarde... yo quisiera que viniera' en la mañana, ves unos negrurones, así mira, una franja se ve así, desde allá. Así la ves ha'ta allá agarrando todo Veracruz.
Son uno' negrurones que dice uno "se viene el mundo abajo, nos ahogamos."
Pero como trae viento... ya cuando vemos que pasa de aquí, que va allá, por allá...
Entonce' digo, "se irán a ahogar otros por allá, porque aquí ya no".
Aquí ves un aguacero, que está el aguacero, y ves la gente... esto está lleno esto de gente. Se meten aquí, se meten allá y dicen, "no pues no sirve el tiempo" "nos vamos a ir". Yo les digo, "espérense media hora". A la media hora está el sol que al último tienen que echarse protector porque quema.
Aquí nomás es un rato la lluvia. Ademá' aquí puede llover to' el día y toa la noche 'i quiere... ¡Todo el santo día y toda la noche! Y aun a'i, no vamo' a encontrar un charco. No se hacen lagunas... esta tierra es una esponja.
Aquí cae agua... Se hace un charco ahí, se llenó de agua, a la media hora ya se secó, ya se la chupó la tierra. Y por allá no... porque es tierra de esa, dura, seca. En la ciudad, en México, en todo' eso' lugare', la tierra e' dura... y el pavimento, ¿cuándo se filtra?
Aquí puedes poner una manguera, bótele y bótele agua y cuándo... Aquí no.
Por allá e'tán sufriendo de agua y nosotro' acá tenemos demás...
Así es la vida...
VII
Yo veo en la tele que allá en México tienen en parte que comprar agua con pipa, y que no tienen agua... Y veo todo eso seco ahí donde le ponen la cámara.
Digo, mira nomás, y nosotro' tenemo' agua en el río, en la laguna, agua potable, y ahí orita van ahí donde e'tán esos baño', ahí, está la bomba. Namás le pegan, le bombean y hay agua allá... ¡y agua dulce!
Namás le ponen una bomba y a llenar los tanques arriba. Sí... aquí hay mucha agua.
E'ta tierra e' muy buena. Lo malo que ya también nos e'tamo' acabando todo.
¿Usté conoce las acamayas? Son camarone' gigante' de río. Ante' acá había mucho de eso'.
Pero ya están muy escasas, casi no hay ni en la' laguna' ya. Es que es la cosa... la situación ta tan dura que no... ¡ya nace una y se comen veinte!
Ante' aquí, hace muchos años... hace más de cincuenta años, (yo e'taba chamaco todavía...) Aquí te ibas ahí a la orilla de la laguna y el río, y cuando venía el pantano, o sea la planta esta de los ríos... de ese pantano, que le llamamo' nosotros. Te ibas ahí, le hacía' así con una nasa y sacabas el viaje de camarón. Orita no agarra' nada. Todo se acabó. Aquí había muchísimo pescao, mucha acamaya, mucho camarón, había mucha mojarra, chucumite, cangrejo.
¡Ahorita si te ven con un viaje de cangrejo vas derechito a la cárcel!
Ta vedao, ta vedao. Aquí ta vedao.
Ante' había de todo... pero todo se va acabando... Y yo... ya me estoy acabando también... ni modo.
Así es la vida...
VIII
Ante' aquí salía uno en tiempo' de agua, taba lloviendo, ponías un hule y te iba' y encontraba' las tortuga' poniendo... las tortugas que estaban poniendo. La agarrabas, le sacabas lo' huevos, hasta la matabas y traías la carne... ¡y comías carne! Ahorita, me agarran con uno de esos... ¡Y has de cuenta que maté diez cristianos! ¡Derechito a la cárcel! Ni permiso me piden, "este va pa'dentro".
Ta vedao, aquí ta vedao.
Tanto y tanto, ya no' acabamos tó. Ya todo se acabó.
Antes, aquí nos veníamos con lo' cordele', en la' tardes, ya en la' tardecitas como a la' tres, la' cuatro, y nos poníamos a pescar y matábamos los robalos ahí.
Ahorita... ¡Ni en fotografía los conozco ya! ¡Ya ni en fotografía lo' veo!
Aquí matabas chucumite, robalito, mojarra...
Ahorita nomás viene uno que otro pescao que de repente anda loco por ahí, y lo agarran. Todo se acabó.
Antes había muchísimo... Había menos dinero, pero había mucho que comer.
Ahorita hay más dinero... entra más dinerito, pero hay menos que comer. Y el dinero no se come. No sirve pa comer...
El dinero no sirve pa comer, pero sirve pa comprar.
Y canijo está cuando no hay dinero ni pa comer... ni modo.
Así es la vida...
IX
Como dijo el santo papa, cuando pasó por aquí... porque por aquí pasó cuando iba pa México...
Dijo el santo papa... ¡solamente Veracruz es bello!
Y me dice uno... soy de aquí de Veracruz. "Sólo Veracruz es bello..." Me dice, "¿y su capital Jalapa no?" Y yo digo, sin Jalapa... ¡sólo Veracruz!
Y dice el otro que e'taba tomando, que tenía un litro de aguardiente.... dice, lo que estoy tomando está bendito. ¿Por qué? Le digo.
Y me dice, cuando venía el papa, le puse dos litros de aguardiente y desde arriba le hizo así...
Bendició el padre... por eso el aguardiente que hacen en Veracruz es bendito.
Cuando vengan, vengan a estar uno' ocho días por acá. Poco se sale y el día que se sale, namás por un día o dos, pues no...
Le digo a una señora... yo pensaba que u'tede' ya no iban a venir pa cá para Veracruz pa bañarse... ¿Por qué? Me dice...
Digo, pue' ustedes ya tienen sus playas en México...
Ya les hicieron en México playa. No, dice... ¡Eso no sirve, eso es una alberca! ¡De aquí de Veracruz se llevaron la arena! La llevaron pero no llegó... se la robaron los políticos. Hasta eso se roban.
Por muy bien que les hagan ahí, y les hagan olas, remolinos, y todo, no hay como lo que tenemos nosotros... natural. No se pue ver al horizonte. ¡Allá no hay lo que tenemos nosotros! Ni modo.
Así es la vida...
X
Ahí está... he terminado con u'tede'...
Son ocho, sí, ocho, son ochenta, cinco por ocho, cuarenta, ciento veinte pesos...
No, no tengo cambio, la verdad...
Sí... sobra. Le sobran ochenta peso'. Son cinco por ocho, cuarenta, y ochenta, ocho son ochenta, cinco por ocho cuarenta, son ciento veinte...
Le tengo que regresar a él ochenta pesos. Así e' que son... cincuenta, setenta... ¡ochenta!
Pue' muchas gracias...
¿Y quedé bien?
No sé si quedé bien con u'tede' o quedé mal, pero yo traté de quedar bien.
¡Así es la vida! Sí... Así es la vida... ¡pero sin dinero no hay comida!
Pue' ahí e'tá. Cuando gusten, por aquí, ya saben... bu'quen una carretilla que dice "Así es la vida" y yo los atiendo. Coco a su gusto. Yo veré cómo le hago. Si no tengo, yo veo con quién consigo orita ahí lo' cocos, pero sin coco... sin comer su coco no se van.
Nomás me buscan ahí por la bocana... Si no estoy, ay me llaman, ya yo vengo...
Vengo vendiendo... de aquí pa llá y de allá pa cá.
Ni modo, qué tengo que hacer pa vender, caminar...
Ni modo señores...
!Así es la vida!