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viernes, 4 de octubre de 2019

Realidad cotidiana


Hay días en que despierto en otra realidad… Después de confrontar mil monstruos inefables en esas noches obscuras de recuerdos hermosos pero con instintos de inmolación anunciada, finalmente asoma entre mis cortinas un poco de luz diurna. Ese momento ínfimo se vuelve espléndido, cuando las lágrimas finalmente se secan y la mente recupera un poco de su agotada cordura. El día me salva…

Pero el cruel llamado de la realidad cotidiana me conmina a levantarme y caigo nuevamente en desdicha.  Con la poca fuerza de mis músculos sin inspiración, continúo como autómata y me muevo en marcha inminente a mi tragedia de soledad.  Avanzo como quien se deja llevar por el destino. Con mi ilusión vencida, con mi esperanza asesinada, no me atrevo ya siquiera a pronunciar tu nombre. 

Echo un vistazo al mundo y no lo reconozco.  Ya no hay flores de colores brillantes.  Ya no hay ríos de agua que corre exuberante. Ya no hay caminos mágicos en noches hermosas. El manto de silencio cubre ahora mi realidad… una realidad alternativa; una en la que lo extraño es ahora cotidiano y lo cotidiano que alguna vez fue extraño, se viste de incomprensión y trágica distancia.

No queda nada más sin ti.  La indiferencia se vuelve norma. El vacío se vuelve contenido.  En un mundo de perlas y diamantes, en un mundo de tiempos y edades de oro, de cuerpos magníficos y estatutos en libros sagrados... ¿Qué valor de uso tiene lo desechable? Mi cuerpo agotado y sin alimento... mis ojos con cien años detrás, se cubren de inexpresión. Mi ánimo vencido deja su rastro en unas cuantas letras sin sentido... sólo quedan un par de memorias impresas de tiempos no tan distantes, que fueron mejores.  

Y así transcurre el día insípido. Platico con mil figuras sin rostro. Hablo de proyectos que ya no entiendo.  Recibo abrazos de cariños incondicionales, que van perdiendo forma y sentido.  Recibo también odios de ojos amenazantes... pero sigo adelante como quien teme sucumbir ante la inmovilidad... Sigo adelante en mi cotidiana realidad. Y en medio del apabullante silencio, sólo alcanzo a balbucear una vez más, en voz apenas perceptible... te amo.

jueves, 26 de septiembre de 2019

El día en que calló la luna


Hoy no pude hablar con la luna.
En temida indiferencia se ahogó mi voz en el vacío.
El halo de mi ilusión mancillada se tornó violento y sombrío
Y mi llanto, ya sin oídos…
         …envolvió finalmente en tragedia mi antigua alegría nocturna.

Hoy la noche se volvió enemiga sin tregua.
Caí abatido ante la absurda imposibilidad de lo posible.
Avasallado por la necia y lógica falibilidad del amor inquebrantable.
De aquella rebeldía incorregible…
         …de una luna que lejos del sol, en ausencia silenciosa llora y mengua.

Hoy, tu rastro de luz apagada hirió de muerte mi cordura.
El recuerdo eterno de tu presencia majestuosa no pudo ya consolarme.
Y la vieja melodía nocturna de complicidad ahogada dejó amargamente de arrullarme.
Al final... no sé si fue para salvarme o para matarme,
         …pero algo de mí se extinguió sin duda ese día terrible cuando calló la luna.

lunes, 24 de diciembre de 2018

La gente ya no habla con la tierra

En la víspera de navidad, no podría pensar en mejor celebración de la vida, que una breve inmersión en el corazón de la Sierra de Zongolica.  Extrañando lo cotidiano (en el sentido de “hacer extraño”), acompaño una visita en casa de Doña Josefina, señora nahua septuagenaria, curadora y curandera (que no es lo mismo), ixtlamatki, tlapahtih,  temakixtih (“Sabia, médica y partera”).  Con kueitl negro y wipilli descolorido, en su cintura apenas se distingue un modesto ilpikatl, la pequeña figura de manos arrugadas y cabello largo y grisáceo sale de un cuarto de tablones, lámina y piso de tierra, a ver quién o quiénes llegaron a su puerta. 
- ¡Chikawatikah! (o “chatigá” con acento local), nos saluda la anciana.  A mí me reconoce inmediatamente, de hace poco más de un año cuando me hizo una limpia con huevo, yerba y otras terapias bastante conocidas en esta región.
- ¿Tikilnamiki keman oniwallah yi se xiwitl, otechpopoh?- (“Recuerda cuando vine hace un año a que me limpiara”) Le pregunto en algún momento. 
-Kema- (“Sí”)  Sonríe.  –Otikwalikaya momanga- (Traías tu manga de lana).  En efecto, vestía yo en aquella ocasión una tilma de lana que compré a una señora de Tlaquilpa, en la zona fría.  No lo recordaba.  Me sorprende la lucidez y profunda memoria de nuestra anfitriona.
Entre humo de tlekuilli (fogón tradicional mesoamericano) y aroma a café de olla, transcurre la plática en náhuatl sobre los usos médicos de la fauna y la flora local.  El tzopilotl (zopilote) se usa para curar el tlatlaxismihmikilistli (tosferina). ¡Pero cuesta para agarrar uno!  También se puede curar con el chupamirto (colibrí). Se le saca su corazón y se come. 
-Pero no ihkin, owi para tikonanas se- (Pero también es difícil agarrar uno).  Pienso en voz alta.
-Tikkuitis ika’n charpe- (Lo agarras con una resortera). Me dice despreocupada, simulando con las manos el gesto de tirar con este instrumento.
-Mawkayotl mopahtia ika tonalxiwitl- (El espanto se cura con la yerba de nombre “tonalxiwitl”), nos explica.  Se le unta a la persona en el cuerpo.
Con un poco de nerviosismo por mi acento de náhuatl urbano y de pinotl masewalizado, le comento tímidamente que en otros lados he escuchado que es necesario buscar el lugar en donde se espantó la persona afectada.
-¡Kema! Noihki- (“Sí, también”), me responde imediatamente. Nos explica que cuando el espanto es muy fuerte, se tiene que ir a buscar el “tonal” de la persona en la tierra en donde sucedió el espanto.  Se busca el lugar, se le ponen flores (“moxochitlalia”) a “tlaltikpak” (la tierra) y se le pide que regrese el tonal de la persona.  ¡Sí, se habla con la tierra! 
- Tiktlapowia tlaltikpak- ("Le hablas a la tierra").
Le pregunto con asombro si se le habla directamente a tlaltikpak, esperando que mi interés visiblemente proyectado la incite a contarme un poco más de este tema.  Al final del día, lo que me trajo aquí es mi interés por indagar un poco más sobre las manifestaciones cotidianas del concepto de dualidad en la cosmovisión nahua moderna.
- Kema, tikintlapowia Tlalokan Tata iwan Tlalokan Nana- (“Sí, se les habla al señor y la señora del Tlalokan”).  Me explica que ellos (los dos) son los que cuidan la tierra.  Viven en la tierra (y señala al piso mientras me explica).  Aunque, también me llama la atención que su relato se refiere más al “tata” y sólo en una ocasión hace mención de “nana”.  Extraña dualidad trunca, en donde parece cobrar preeminencia la figura masculina.
Si no se le habla a la tierra, entonces la cosecha no es buena.  Un día, relata la anciana, su madre vio cómo una gran plaga destruía la cosecha, pero en ese instante salió de la tierra un señor ya anciano, y se llevó la plaga.  Era “Tlalokan Tata”, nos dice: -ihkon onechillih nomaman- (“así me contó mi mamá”).  Nuevamente, parece haber desaparecido la figura femenina, al menos en el plano de lo sagrado. ¿Será sólo el subproducto de la creciente influencia de la gama de versiones del cristianismo y su mirada androcéntrica, que han penetrado en la región? ¿O será que me estoy inventando una supuesta “dualidad” proyectada en lo que yo quiero construir como “nahua”? Al final de cuentas la cultura también es un texto, cuya interpretación depende de quién la está leyendo. Lo que es cierto es que lejos aparece aquí esa noción de “tierra madre” adjudicada por la mirada externa a los nahuas, pero cuyo origen sospecho tiene más de occidental que de mesoamericano. Después de todo, la asociación de la tierra con lo femenino remite más a Gaia o Gea que a Tlalteuktli (señor de la tierra), que en todo caso aparecería como binomio junto con Koatlikue, o en este caso con Tlal-o(h)kan (“tierra”-“dualidad”) “tata” y “nana”.  Aunque, nuevamente, es posible que sólo esté inscribiendo en lo “nahua” mi propia relación con el sentido de lo que yo quiero interpretar (construir) de lo mesoamericano.  Es posible que me esté atorando en el pasado.  Al final del día, la construcción que los nahuas hacen de su mundo no puede obviar los más de 500 años de colonización y de occidentalización. No puedo evitar un sentimiento de nostalgia al no encontrar lo femenino en la tierra.  “Nostalgia imperialista” diría Renato Rosaldo.  Yo hablo desde mi sagrado occidente, con mi carro estacionado, mi nahuañol y mi machismo intrínseco, lamentando la difuminación de lo dual y la pre-eminencia de lo masculino en el relato sobre la tierra de una anciana curandera.
- Axan ayakmo ihkon kichiwah- (“Hoy ya no lo hacen así”), se acrecienta mi nostalgia mientras continúa su relato la anciana.  La gente ya no habla con la tierra. Ya no le ponen flores al señor y la señora del Tlalokan, ni les piden que regresen el “tonal” del enfermo de espanto.  Y es que hoy la gente ya no pierde su “tonal”.  Hoy ya hay médicos.  Ahora la gente se enferma de virus y bacterias.  Hoy la gente toma CocaCola y muere de diabetes.  Aunque ahora con sólo un par de pastillas pueden curarse, y si no se curan, al menos pueden satisfacer su sed de modernidad.  (Es fácil ironizar desde mi propia sed de tradición, parada cómodamente en mi modernidad asumida).
Aún así, todavía hoy, muchas mujeres siguen buscando a Doña Josefina para que acompañe sus embarazos.  ¡Menos mal que siguen llegando nuevos niños al mundo nahua!
- ¿Tikinpalewia siwameh tlakonewihtokeh? (“¿Ayuda a las mujeres embarazadas?”)
- ¡Kema!- (“Sí”). Mientras platica, nuestra anfitriona busca algo entre los rincones del pequeño cuarto de tres por tres metros. Finalmente encuentra una libreta.  Extiende su mano morena y delgada, y nos enseña una lista con diez nombres de mujeres.  Son las señoras que tiene programado visitar en esta y la siguiente semana.  Diríamos en lenguaje occidental que se trata de “sus pacientes”.  ¡Bastante asombroso para quien había condenado al pasado a la medicina mal llamada “tradicional”!
Y así, seguimos la plática cuando de pronto, por las rendijas de la pared entre un tablón y otro, se ve la silueta de otra señora que llega a buscar a Doña Josefina.  También de kueitl y wipilli, se asoma al cuarto y anuncia su llegada.
- ¡Chikawatikah! –.
Sale la anciana a recibirla, y después de saludar e intercambiar un par de comentarios, deja toda pretensión de solemnidad y vacila señalando a mi carro:
- Xikitta yeh nokoche onechkowilihkeh – (“Mira, ese es mi carro nuevo, el que me compraron”).  Y se sueltan ambas a las carcajadas.  Otra vez mi espíritu de antropólogo a la Indiana Jones se escapa por la puerta de atrás.  Las dos señoras siguen platicando y pasan a la parte posterior del kalli donde estamos sentados.  Doña Josefina le despacha unas yerbas y pronto se despide la visitante. Nos volvemos a quedar en el cuarto y al cabo de un rato, también nosotros nos despedimos. - Ma tiwiah – Anunciamos, mientras nos dirigimos al coche.
- Techtlaneti mokoche tehwatzin- (“Me presta su carro señora”) me aventuro a bromear, siguiendo el código que observé unos minutos antes.
- Kema, nimitztlanetis- (“Sí, te lo presto”) me contesta y se suelta nuevamente a reir.
Y así, entre carcajadas y un esqueje de “Yerbamuestra” para llevar, nos despedimos de Doña Josefina, para ir a visitar a su hermana Luisa, quien nos platicó de la relación entre hombres y mujeres. Pero ese relato ya será para después de navidad… 




lunes, 29 de octubre de 2018

A propósito de la consulta nacional...

No entiendo todavía el sentido de celebrar una supuesta victoria en la consulta nacional sobre el NAICM. Sí, no se va a llevar a cabo el proyecto en Texcoco. ¡Excelente compas! Eso está muy chido. De verdad, qué chido que no se va a hacer... pero el enfoque es bastante equivocado y riesgoso, y si no se mantiene una perspectiva suficientemente crítica, este será el modus operandi del despojo en esta nueva modalidad de gobierno. Lo que tendríamos que estar haciendo en lugar de saltar y bailar de alegría es preguntarnos: 

1) ¿Por qué se puso a consulta "nacional" algo que tendría que ser consultado sólo a los pueblos de Texcoco? ¿Quién tiene que decidir sobre su territorio, el pueblo que habita en el territorio o toda la nación? ¿Yo por qué tendría que estar decidiendo sobre el territorio de Texcoco? Si se legitima este proceso, se abre la puerta para el despojo democrático. Vamos, consultemos a toda la nación si quieren que se haga la hidroeléctrica, el proyecto minero, o el parque eólico en una u otra comunidad. Y si toda la comunidad decide que no la quiere, pero la "nación" dice que si, entonces va el despojo. Según el derecho de autodeterminación de los pueblos, nadie más que el pueblo mismo puede decidir sobre su propio destino. Sólo el pueblo indígena en cuestión debe tomar las decisiones sobre su propio territorio. Yo no puedo ni debo ser parte de las decisiones que afecten el territorio de otros. Es como si aquí en México se abrieran casillas para votar sobre el tema de Catalunya. Cuidado porque aquí el apellido "nacional" en la "consulta nacional" cambia drásticamente el sentido del proceso. En España les preguntan a los no catalanes sobre el destino de Catalunya, e invalidan un proceso democrático de los Catalanes para los Catalanes. No... no se le puede preguntar a TODOS sobre el destino de UNOS. El proceso debería ser preguntarle sólo a esos UNOS sobre el destino de ellos mismos. 

 2) En la "consulta nacional" se le pregunta a todo México, el territorio de quién se va a destruir, el de Texcoco o el de Santa Lucía. Gana el de Santa Lucía y todos contentos. ¿Y no serían los habitantes de Santa Lucía quienes tendrían también que decidir si quieren o no ese proyecto? ¿O les vamos a destruir su espacio porque democráticamente decidimos aventar el despojo hacia ese pueblo? El efecto de este proceso es que se desvía la mirada de los intereses empresariales y desarrollistas, y se busca confrontar a dos pueblos... Los de un territorio contra los de otro territorio. Y nosotros celebrando porque ganó uno sobre el otro. El punto no es a quién despojamos... El punto es que nadie debe ser despojado. No puede haber un proyecto de "desarrollo" si no es con el consentimiento del pueblo que habita ese territorio (llámese Texcoco, Santa Lucía, etc.) 

3) La noción de "consulta" sigue dejando el poder de decisión en el Estado. A los pueblos no se les deja el poder de decisión. En este caso ni siquiera fue a los "pueblos". En este caso se utilizó la noción reducida y burguesa de ciudadanos individualizados y subsumidos a un Estado. No obstante, aun en términos abstractos, la noción de "consulta" no reconoce el derecho de autodeterminación. Cuando alguien "consulta", te pide información que puede o no influir en su decisión, pero la decisión sigue estando de un lado nada más. En Canadá, por ejemplo, en la Columbia Británica, se ha logrado ir más allá de la noción de "consulta", en tanto que se reconoce que la potestad es compartida, es decir la decisión tiene que ser tomada no solo por el Estado, sino por el Estado y por los pueblos indígenas de manera conjunta. No sólo se les "consulta", sino que ellos "deciden", que no es lo mismo. 

4) Hay una burda reducción acrítica del análisis por parte de un sector que parece apoyar acríticamente a MORENA, con el argumento de "estás con nosotros o en contra". La realidad es más compleja. Sí, la derecha está atacando la noción de "consulta" desde una posición elitista, tecnocrática y antidemocrática. Pero también hay quien puede usar y defender la noción de "consulta nacional", justo para avanzar con los proyectos de desarrollo extractivista. Y también hay una crítica legítima a la "consulta nacional" desde una visión de democracia popular. No obstante, cuando alguien expresa la crítica, la respuesta de algunos simpatizantes de MORENA es "te acostumbraste a estar años sin que tu gobierno te consultara". Es increíble el nivel de reducción y falta de análisis. Este será el tono del próximo gobierno. Aguas compas...

sábado, 27 de octubre de 2018

Ma tristesse


Et qu’est-ce qu’on fait avec cette tristesse? Qu’est-ce qu’on fait quand tout la tète est défiguré pour cette blessure?  Que faire avec tous les peuples qui ne peuvent plus rire, parce qu’ils ont perdu leur face? Et, comment regard-on les yeux des familles des disparus? Qu'est-ce qu'on fait avec les chaussures de ceux qui sont morts, de ceux qui son volé? Et comment allons-nous parler avec la jeunesse qui n’a pas de future? Qu’est-ce qu’on le dit a son fils quand il demande ce qu’il va être quand il est grand?  Que répondre quand il demande à qui sont les chaussures qui ont un date de la douleur sur la semelle? Et maintenant, qu’est-ce qu’on fait avec tous qui ont changé le plaisir de la vie pour le peur de la lutte?  Comment faisons-nous pour retourner leur gout pour la vie à les gens qui, comme je, ont perdu l’espoir...

jueves, 13 de octubre de 2016

Xochipitzawak

Nikan nimechkahtewilia se tlakuikaltzintli itoka Xochipitzawak.

(2x)
Xiwallakan compañeros
Xikpaxialoti Maria
Timoyawaloskeh ipan tonantzin
Santa Maria Guadalupe

(1x)
Keman tiah para apan
Nimosombrerokixtia
Nimosombrerokixtia
Keman tiah para apan

(1x)
Keman pewa titlapahpakas
Niman neh nimitztlapowia
Niman neh nimitztlapowia
Maski kualanis motata

(2x)
Xiwallakan compañeros
Xikpaxialoti Maria
Timoyawaloskeh ipan tonantzin
Santa Maria Guadalupe


Noihki nikan wel tiktemowis Xochipitzawak kemin Rock!

lunes, 12 de septiembre de 2016

A propósito de la familia

Miles de mexicanos y mexicanas se lanzaron a las calles ayer, sumándose a la "Marcha por la Familia", prestos a condenar a las familias homosexuales, homoparentales y lesbomaternales.  Con una mezcla de tristeza, coraje y miedo, escribo estas líneas para tratar de darle algo de sentido a esto que parece un sinsentido.

¡El mundo al revés!  Una expresión de odio se enmascara en un discurso de amor. La intolerancia y el rechazo a la familia se disfraza de defensa de la familia.  Enarbolando la bandera de una supuesta "familia natural", la buena sociedad sale a las calles a condenar toda forma familiar que no se ajuste a sus dictados religiosos.

La familia es la base de la sociedad, se les escucha decir.  Yo me pregunto, ¿qué tipo de familia? ¿Las familias conformadas por padres solteros? ¿Las familias de madres solteras? ¿Las familias conformados por un hombre y una mujer sin hijos? ¿Las familias conformadas por abuelos y nietos? ¿Las familias conformadas por dos hombres sin hijos? ¿Las familias conformadas por dos mujeres sin hijos? ¿Las familias conformadas por dos padres y un hijo? ¿Las familias extendidas?

La familia ha adoptado una gran diversidad de formas a lo largo de la historia de la humanidad. Baste recordar a los griegos en la antigüedad, para quienes la homosexualidad era la norma. Los hombres, además de su esposa, tenían un amante del mismo sexo, lo cual no sólo era visto con normalidad, sino que era esperado en la conformación de una familia.  Veamos también a las familias tribales, en las que no había una relación privada entre padre y madre biológica y el niño, pues los niños eran considerados los hijos de toda la tribu.

Estos y tantos más ejemplos son suficientes para desechar el argumento de una supuesta forma "natural" de la familia.  No obstante, las masas que salieron a marchar, acríticas y manipulables, enarbolaban sin fundamento alguno la idea de lo "natural" para con ello condenar a los diferentes.

Es aquí donde me entra un poco de miedo.  Esto que vivimos hoy es muy parecido a la demagogia que sirvió de base para la entrada del fascismo en la Europa de mediados del siglo XX.  Ahí también, un Adolfo Hitler, aludía a lo natural, a la familia natural, blanca, aria, heterosexual. Y fue con ese discurso que logró enviar a la cámara de gas a homosexuales, lesbianas, judíos, negros y otros tantos que no se ajustaban a su concepto de lo "natural".  En los EEUU, el Ku Kux Klan también argumentaba la supuesta "ley natural" para cometer actos de odio y violencia racial.  Muchos negros, hispanos y homosexuales han sido asesinados por este grupo al no ajustarse a lo que ellos definieron como "natural".

Es verdaderamente peligroso cuando alguien habla de una supuesta "ley natural" para justificar posturas ideológicas muy específicas, pues con ello pretende justificar cualquier tipo de agresión en contra de quien se le consigna como "antinatural".  Todos aquellos que enarbolan este concepto de "familia natural", habría que preguntarles: ¿quién define lo que es natural y lo que es antinatural?  ¿Quién tiene la potestad para hablar por la naturaleza?

Este discurso que está cobrando fuerza, es producto de la manipulación de los grupos de poder en la ultraderecha, quienes buscan imponer como ley jurídica, algo que es producto de una ideología conservadora.  ¡Vaya retroceso histórico!  Tanto que ha costado la lucha por los derechos humanos, por la no discriminación, y hoy, con la mano en la cintura, vienen los representantes de la versión mexicana del Ku Klux Klan a querer regresar a una época de odio y xenofobia.

Vale la pena revisar el artículo 1 constitucional que explícitamente prohibe la discriminación por motivos de orientación sexual. La misma Constitución en su artículo 4 protege a la familia como un derecho de todos los hombres y mujeres.  ¡Qué gran violación a los derechos humanos de los homosexuales si se les impide la protección del artículo 4, sólo por su preferencia sexual!

Pero esto no sólo lo digo yo, lo dice también la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).  Afortunadamente, existen ya numerosas tesis jurisprudenciales en las que el máximo tribunal en México se pronuncia a favor del matrimonio igualitario.  Según la jurisprudencia 85/2015, la definición legal del matrimonio como una institución entre un hombre y una mujer, "vulnera los principios de igualdad y no discriminación contenidos en el artículo 1o. de la Constitución al excluir injustificadamente a las parejas del mismo sexo de dicha institución".  Esta misma jurisprudencia establece claramente que en términos legales no existe tal "familia natural", y que lo que la Constitución protege en su artículo 4o. es "la familia como realidad social, es decir, todas las formas y manifestaciones de familia que existen en la sociedad, entre las que se encuentran las homoparentales conformadas por padres del mismo sexo con hijos (biológicos o adoptivos) o sin ellos".

¡Efectivamente! La familia es una realidad social, es un constructo histórico, es algo que existe en sus diversas manifestaciones, y no puede reducirse a un "modelo ideal" que sólo existe en los discursos mojigatos del clero y los sectores de ultraderecha en la iglesia católica.  La familia es algo real, no algo imaginario. ¡Y por supuesto que existen familias formadas por parejas homosexuales! Pretender negarles el matrimonio es negar algo que es una realidad, y con ello negar derechos consagrados.

La tesis jurisprudencial 86/2015 establece claramente que "las normas civiles que impiden a las parejas del mismo sexo el acceso a la institución matrimonial producen una doble discriminación, pues no sólo se les priva a las parejas homosexuales de los beneficios expresivos que comporta el matrimonio, sino también de los materiales; exclusión que pudiera incluso llegar a afectar a sus hijos al colocarlos en un plano de desventaja respecto de los hijos de parejas heterosexuales".

Pero... ¿Y el derecho de los niños? Gritan inmediatamente los representantes de la "buena sociedad" católica.  ¡Si los niños son adoptados por parejas homosexuales se estaría violando sus derechos!  ¿No es así?

La respuesta obligada es una nueva pregunta.  ¿Exactamente qué derechos de la niñez se estarían violando?  El mismo artículo 4o. constitucional establece claramente que "los niños y las niñas tienen derecho a la satisfacción de sus necesidades de alimentación, salud, educación y sano esparcimiento para su desarrollo integral." ¿Qué parte de estos derechos se viola cuando una pareja homosexual adopta un niño o una niña?  En todo caso, estos derechos son violados cuando un padre, madre o tutor (homosexual o heterosexual) ejerce violencia contra sus hijos, o no les provee una buena alimentación, una buena educación, una buena salud.  ¿Qué decir de la gran cantidad de niños que viven en familias disfuncionales de padres heterosexuales, que viven en situación de violencia y en condiciones precarias? ¿Por qué los representantes de la "buena sociedad" no dicen nada al respecto? ¿Por qué los "defensores de la familia" no salieron a marchar cuando se destaparon los numerosos casos de abusos sexuales cometidos por sacerdotes en contra de niños indefensos?

¿Cuál es entonces el gran daño que se hace a los niños al ser adoptados por parejas homosexuales?  ¿Se les genera un daño psicológico? A la fecha no existe un sólo estudio válido que permita sostener que existe tal daño.  Por el contrario, existen numerosos estudios que demuestran que no hay diferencia en la crianza de un niño por padres homosexuales o padres heterosexuales.  La Asociación Americana de Psicología concluyó en el 2004, que "la creencia de que los adultos gays o lesbianas no pueden ser padres competentes no tiene base empírica. No se han encontrado diferencias significativas entre mujeres lesbianas y heterosexuales en la manera de criar a los hijos. Se ha encontrado que los miembros de parejas gays y lesbianas con hijos se reparten igualitariamente la atención a los niños y están satisfechos con sus relaciones de pareja. Los resultados de algunos estudios sugieren que las habilidades de crianza de los padres gays y las madres lesbianas pueden ser superiores a las de los padres heterosexuales. No hay base científica para concluir que los padres gays y las madres lesbianas puedan no ser padres competentes debido a su orientación sexual. Por el contrario, los resultados de la investigación sugieren que los padres gays y lesbianas tienen tanta probabilidad como los padres heterosexuales de proporcionar ambientes sanos y protectores para sus hijos."

¿Entonces? Si la orientación sexual de los padres no dice nada sobre sus posibilidades de crear ambientes sanos para la crianza, y para el ejercicio del derecho de los niños a la salud, alimentación, educación y desarrollo integral; Si los estudios han comprobado que no sólo no existe daño en los niños que son criados por parejas homosexuales, sino que las habilidades de crianza de los padres y madres homosexuales podrían ser superiores a la de los padres heterosexuales; Entonces, ¿cuál es el argumento que justifique una oposición a la adopción de niños por parte de parejas homosexuales?

¿Es que los niños criados por homosexuales se van a volver también homosexuales?  Y si los niños crecieran y optaran por la homosexualidad... ¿esto sería algo malo?  ¿Qué no establecimos ya que la homosexualidad no es algo malo?  ¿Qué no está prohibida la discriminación en la Constitución? ¿Decir que una identidad sexual es buena y otra es mala no es una expresión de discriminación?

¡No! No tiene nada de malo ser homosexual.  No es un daño, no es una enfermedad, no es síntoma de inestabilidad psicológica o emocional. ¿Entonces cuál es el problema con que un niño opte por esta identidad sexual?

Pues bien, aun admitiendo que no hay nada malo en que un niño crezca y opte por la homosexualidad, es necesario decir que esto ni siquiera es así. Es decir, no hay ninguna razón por la que un niño criado por homosexuales tenga más o menos probabilidades de ser homosexual.  La orientación sexual de los padres o madres no define la orientación sexual de los hijos o hijas.  La orientación sexual no es algo que "se pega".  La orientación sexual es una condición o una decisión individual.  En todo caso, los niños que crecen en familias igualitarias, sin prejuicios de ningún tipo, serían más libres para explorar su propia identidad. Por el contrario, es muy común ver en familias de padres heterosexuales con fuertes prejuicios, niños que crecen reprimidos y sí, con altos grados de estrés psicológico y emocional por no poder vivir y expresar libremente su individualidad y sus preferencias sexuales.

Es claro que el discurso sobre esa supuesta "familia natural" se reduce a un mero exabrupto de los sectores más conservadores de la iglesia católica. Es obvio que se trata de un exabrupto sin fundamentos legales, científicos o históricos.  Es un movimiento retrógrada que busca imponer una visión religiosa a la sociedad, pasando por encima del Estado de Derecho y del Estado Laico.

Esto no sería merecedor más que de una mirada de desaprobación, si no fuera por el gran número de personas que han caído en este discurso manipulado.  Este sector de ultraderecha ha azuzado los miedos y las inseguridades de la "buena sociedad", canalizándolos en contra de un sector de la población que no se ajusta a sus modelos conservadores.  El resultado es un discurso de odio que parece tener eco en una gran parte de la población.  Sin duda, se trata de una fórmula muy peligrosa.

Apelo pues a la consciencia histórica y espero que no sea este indicio de una nueva entrada a la época del oscurantismo.

Dejemos ya los discursos de odio, xenofobia y rechazo a la diferencia.  Es hora de empezar a actuar desde el amor y la aceptación.



miércoles, 25 de mayo de 2016

El mundo al revés...

Si tuviera el tiempo y el talento, escribiría un poema o una canción, con un tono triste y algo de coraje, cuyo estribillo principal dijera:

"...en la escuela de lo absurdo aprendí
que el amor se castiga,
y la amistad se traiciona o se prohibe;
que la igualdad es una utopía irreverente,
y la libertad una palabra que ofende a las buenas conciencias;
que la verdad es el poder de las mayorías,
y la autoridad es el culto de los bobos."

Pero como no tengo tiempo ni talento, y hoy tengo ganas de estar contento, mejor me pongo a trabajar y dejo las palabras tristes y elocuentes a los que tienen más tiempo y vidas con menos aspaviento.