(ante la indiferencia por un genocidio)
Hoy no quiero verte...
Hoy no quiero tropezar con tus ojos,
ni sentir tus lágrimas que caen en el vacío,
No quiero ver más tu cuerpo entre el escombro de un baluarte
Hoy no quiero conocer tu rostro sin luz.
No quiero seguir escuchando tu nombre,
una y otra vez gritándome vergüenzas,
escupiendo impotencia
sangrando siglos...
¡Por piedad!
No quiero escucharte más...
Estoy harto de verte entre cámaras y reflectores,
jaulas eternas de cañones y mentiras...
Pasarelas de cristal y hierro,
que exhiben cuerpos manchados de ignominia,
entre momentos de comercialidades polimorfas.
Hoy me me da asco la sordidez de la razón
Me repugna la humanidad,
el sentimiento que violó la tumba de mi corazón
para gravar tu rostro en una memoria
de un color tan obscuro,
como la sangre de un cuerpo torturado.
Ya no puedo seguir mirándote.
No soporto tu prolongada agonía
No resisto la distancia,
el blanco de tu mano,
ignorado por los perros que te persiguen,
La revolución se hace con amor y con verdad,
pero también con coraje y dignidad
Hoy por eso dejaré de verte,
Y en acto de honor y rebelión,
tomaré un arma
para luchar a tu lado y no tener ya que mirarte....
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