Muerte de noche...
óbito de luz que entró entre mis sábanas,
antítesis de sonrisa diurna
que cubre con su obscuro velo tu presencia.
Sudan mis músculos cansados,
desgastados y derrotados,
me prenden con pasiones desbordantes.
Cae el Dios vencido ante la noche,
abatido en combate sin final,
se arrodilla ante un enjambre de luceros,
constelaciones enteras de deseos y fantasías.
Un súbito calor consume el arrepentimiento,
y entierra todo aliento de reproche,
penetra rebelde en el fondo del olvido.
Mi cuerpo agoniza de placer,
vacío de amor y de dolor.
Un deseo de redención,
que brota del pasado atormentado,
un pasado calculado,
un pasado que ha acabado...
Cubro en sábanas los recuerdos efímeros del error cometido,
las caricias lejanas de una mano autómata,
y me desvisto de martirios y delirios.
Sueño con momentos de salvación,
en planetas de ilusiones sin amarguras.
Camino entre montañas de pasión,
que se pierden en horizontes de cordura.
Navego en ríos de cariño renovado,
sin una sola mancha de traición.
Descanso en jardines de alcatraces
entre deseos y fantasías recordadas.
Sueño con momentos de justicia,
arrebatos de belleza y libertad.
Siento esos ojos de ébano que me cautivan,
y brillan preciosos entre millones de promesas rotas,
diamantes negros de sentimientos malditos,
perlas perdidas en el corazón de la necrópolis,
me duermen en el estupor de la esperanza desechada.
Sueño con la utopía del cautiverio,
en el Valle de los Falsos Enamorados.
Sucumbo ante la seducción de Morgana,
entre placeres corporales y deslices carnales.
embelesado por la dulce impotencia,
del saberse eternamente olvidado.
Sueño con flores bañadas en oro,
que desprenden aromas de amores biológicos,
sexualidades descubiertas y comprendidas,
prendidas con cariño y ternura verdadera,
...ternura pura
...ternura que cura
Soy testigo onírico de la dulzura,
del amor apostado y perdido en estúpida locura.
Sueño con bellezas reveladas
insurrectas y rebeldes,
ríos de veleidades convertidas,
en verdaderas muestras de congruencia revolucionaria,
caminos de insurgencia sexual
que viven el sueño eterno de libertad,
libertad de amar
sueño de amar la verdad...
sólo un sueño...
Se descubre el velo de la obscuridad,
poco a poco va desapareciendo su sombra en el sopor.
La luz inquieta va robando trozos a la noche.
Reaparece en episodios el guerrero diurno,
el verdugo de la realidad,
me despierto
no hay flores, ni diamantes
no hay justicia, ni salvación
no hay utopías, ni bellezas,
no hay libertad de amar...
...pero estás tú.
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